Recuerdo las noches interminables de mi infancia cuando aparecía el asma. El tiempo que pasaba lento y angustioso como el aire que no llegaba nunca del todo a los pulmones. Y entonces no había ventolín o al menos a mí no me lo daban, solo alguna pastilla de corticoides, no se a qué dosis que mejoraba las cosas en los días siguientes. Por suerte la situación ha mejorado mucho desde entonces. El asma no se cura, es verdad pero la mayoría de las veces se puede controlar bien, de tal forma que una persona con asma puede hacer de todo, incluido deporte al más alto nivel y, si es un niño, no tiene porqué faltar al colegio. También hay consensos internacionales que unifican la forma de actuar en distintas situaciones y las basan en la evidencia, de tal forma que cualquier médico del mundo puede aplicar la terapéutica más adecuada y más actualizada.
http://www.respirar.org/ es un web español simplemente maravilloso. No solo incluye todos los consensos importantes actualizados sobre asma (GINA, Expert Panel Report 3, Guía Británica, GEMA etc.) sino muchas cosas más, como los datos del observatorio ISAAC o un Thesaurus de evidencias en asma, donde se explicita la evidencia de cada medida diagnóstica o terapéutica. Y también talleres interactivos (de espirometría por ejemplo) o el papel del óxido nítrico en el aire espirado como marcador de inflamación (algo que quizá pronto comencemos a utilizar de rutina). Si no habéis leído últimamente alguno de estos consensos os recomiendo que comencéis por el de la GINA resumido: es difícilmente superable en cuanto a concisión y a utilidad. También podéis registraros y os mandan un correo semanal con los últimos avances.
Aunque la realidad es que, a pesar de los consensos, sigue habiendo muchos asmáticos sin diagnosticar y, si lo están, con síntomas que limitan su calidad de vida. Es preciso hacer algo además de leer sobre el asma o de hacer informes correctos: hay que personalizar los consensos en el enfermo en concreto, comenzando por asegurarse de que los medicamentos llegan al bronquio. Pensad en los pacientes (no solo asmáticos sino también con EPOC) que utilizan mal los dispositivos de inhalación, porque nadie se los ha enseñado a utilizar. Generalmente se achaca a la falta de tiempo la causa de esto. Pero quizá tiene más peso una falta de actitud previa en nosotros mismos. En todos los cursos se demuestra que un porcentaje importante de profesionales que, a veces prescriben desde hace años dispositivos, no saben utilizarlos ellos mismos, lo que supone que difícilmente pueden enseñar su utilización. Se puede aducir que nadie nos ha enseñado pero la verdad es que solo hace falta un poco de interés (no hace falta hacer un master para eso) y sobre todo tomar una decisión: NO PRESCRIBIR NINGÚN DISPOSITIVO DE INHALACIÓN SIN ENSEÑAR A UTILIZARLO. Si no lo hacéis, probad un truco. Cuando los prescribáis por primera vez, decidle al enfermo que vaya a la farmacia a comprarlo y que luego vuelva a la consulta. Entonces se lo enseñáis, a veces con la ayuda de un simulador de los que dan los laboratorios. Y le dais una cita para dentro de una semana, donde le mandáis venir con el dispositivo y la medicación para que lo utilice delante de vosotros. Se tardan cinco minutos que se ganan con creces en el futuro y sobre todo se gana en calidad de vida para el paciente que os quedará eternamente agradecido.