La consulta es larga y muchos días farragosa. Por eso conviene utilizar algunos trucos para desconectar, aunque sea un momento, entre un enfermo y otro. O para conectar con alguna idea o sensación que nos devuelva la creatividad o el buen humor. A mi me va bien pasar la consulta con música. Donde yo trabajo es posible hacerlo poniendo un DVD en el ordenador pero cuando no lo tenía me hice con un reproductor barato que me ha acompañado en todas las consultas. Así comenzar la mañana es más amable escuchando "Las variaciones Golberg". Y he observado que a los pacientes también les gusta.
También, de vez en cuando, me paro unos minutos para leer un poema. En internet hay un par de web que se prestan mucho a la lectura rápida. En http://www.poemas-del-alma.com/ podéis encontrar bellos poemas de casi cualquier poeta. Uno trae otro como las cerezas. Y lo mejor es que se descubren poemas desconocidos que son estupendos. En el poder de la palabra ( http://www.epdlp.com/) encontraréis biografías cortas y fragmentos de muchos escritores de todo el mundo. También fragmentos de música o de películas.
El otro día descubrí este poema de Borges y también espero que me descubráis vuestros trucos para hacer cada día las mismas cosas pero de distinta manera, para mantener los ojos bien abiertos
Jorge Luis Borges
Instantes
(autor: Don Herold, adaptación: Borges)
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.