De vez en cuando , merece la pena detenerse a reflexionar sobre algunas cosas del día a día para no dejarse atrapar en la espiral de prisas, agobios y ansiedades en que muchos quieren convertir nuestras vidas. La Medicina , bién ejercida , es un excelente observatorio para ello. Nada mejor, también, que la perspectiva de un niño para hacer un reencuadre y dejar que un soplo de aire fresco, un torrente de vida, nos invite a cambiar de dirección y poner rumbo a nuestros sueños y fantasías que dejamos atrás demasiado a menudo: Mirad este vídeo y ya me contaréis