En la consulta de ayer (pero puede ser cualquier día en cualquier parte de España) :
"Hola Doctor: Vengo a que me haga un justificante para mi empresa, que me lo exige para no descontarme el miércoles pasado que no fuí a trabajar porque tenía una gastroenteritis y me quedé en casa. Como era poco intensa y no tenía síntomas de alarma, me automediqué con sueroral para la rehidratación , tal como Vd. me tiene dicho y no vine a la consulta. Pero claro , ahora mi empresa me sale con que como no les lleve el justificante me descuentan el día."
Le digo que no puedo hacerle el justificante de que estuvo con una gastroenteritis porque yo no la ví en la consulta y claro , ya tenemos la situación esperpéntica creada. Por un lado estamos intentando educar a la población en autocuidados de procesos banales para que no se sobrecarguen nuestras masificadas consultas y por otro a los pacientes se les exige un justificante de cualquier día que hayan tenido un problema de salud , aunque haya sido tan leve que pueda resolverse con medidas simples como paracetamol y líquidos. ¿Pero en qué quedamos?. Si a ello le añadimos el que no debemos justificar nada de lo que no tengamos constancia para evitar cometer delito de falsedad en documento público, ya tenemos el esperpento que para sí hubiera querido Valle Inclán.
Al final nos las meten por todos lados. Como tenemos que hacer papeles para todo, y los mequetrefes responsables no hacen nada para evitar esta burocracia infernal, el futuro pinta del color de los grillos.
A propósito de este caso ,me acordé de que en Noruega y los países Nórdicos , la gente puede faltar al trabajo por motivos de salud hasta siete días sin justificaci ón médica documental. Allí se fían del honor personal de cada uno y suponen que cuando se apela a la honorabilidad personal, nadie miente. ¿Porqué aquí no tomamos nota de ésto y se sigue fiscalizando todo , utilizando al médico de familia como notario de estas estupideces?