jueves, 2 de febrero de 2012

Echarse un Amante

- Este relato , de Jorge Bucay , me ha venido a la memoria tras ver en la consulta a algunas personas  a las que algún colega que pasa la consulta con prisas  y sin tiempo para hablar con los pacientes (mal endémico en el Sistema de salud), les había prescrito antidepresivos  y ellos no querían tomarlos. Es frecuente confundir la tristeza normal por una pérdida con la depresión ,que es una tristeza patológica, desproporcionada . ¡Ah, si tuviéramos tiempo en la consulta para comunicarnos bién con los que acuden a la consulta!:

" Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o que tienen distintos síntomas, como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.

Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y, que no saben en que ocupar su tiempo libre.




Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro: “Depresión” y la infaltable receta del antidepresivo de turno. Si yo he llegado a conocer a estas personas es, porque obviamente, no mejoraron y vinieron a verme buscando soluciones a su rosario de dolencias.

Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo: ¡que lo que realmente necesitan es un amante!



Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto. Están las que piensan: “¡¡Cómo es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica!!” Y también están las que, escandalizadas, se despiden y no vuelven nunca mas.
A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición:
Amante es: “Lo que nos apasiona”. Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido. A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo, cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio o en el obsesivo placer de un hobby....En fin, es “alguien” o “algo” que nos pone de “novio con la vida” y nos aparta del triste destino de durar.
¿Y qué es durar? – Durar... ... ... ... es tener miedo a vivir.
Aprendamos a vivir y dejemos de sobrevivir."