Llevamos décadas pidiendo un incremento en el presupuesto dedicado al Primer Nivel, y sólo hemos obtenido una reducción progresiva de inversiones y de recursos humanos. Nos vemos obligados continuamente a sustituir a compañeros de baja, de vacaciones, por salientes de guardia ypor cualquier incidencia que provoque su ausencia , incluso durante semanas y meses.
El número de enfermeros y medicos contratados en Atención Hospitalaria ha aumentado casi al doble desde el año 2004-
Seguimos sin tener acceso a pruebas complemetarias imprescindibles en nuestro trabajo diario, creando cuellos de botella inaceptables en las listas de espera para dichas pruenas en el Hospital.
Seguimos sin tener una agenda aceptada por las administraciones con el número máximo de pacientes que debemos atender cada día . Esto está relacionado directamente con los cupos de pacientes que no deberías sobrepasar los 1200 pacientes y que en innumerables casos superan los 1700 ó más. Y así llevamos décadas, a expensas de una dedicación casi sacerdotal para poder atender dignamente a nuestros pacientes mientras esos políticos de tres al cuarto, con el compadreo de gerentes incompetentes, que sólo tienen lealtades políticas y no méritos académicos y profesionales, siguen exigiendonos cada vez más con menos mediostécnicos y humanos.
En Castilla la Mancha estamos así , como en el resto del país. Las Sociedades científicas de Medicna Familiar deben decir alto y claro que BAsta ya de esta extorsión y explotación de los Médicos de FAmilia aprovenchandose de nuestra responsabilidad y nuestra vocación que permite que hagamos sacrificios continuos para paliar esta desidia y pésima gestión de la Atención Primaria en este país.
Dado que esta epidemia . no solo no ha acabado, sino que preludia lo que puede seguir pasando respecto a morbimortalidad y consecuencias sociosanitarias deberíaos organizarnos para una rebelión pacífica,pero contudente, en la que la población sea consciente de los que nos jugamos todos en este tema de tener una Atención Primaria digna, competente y resolutiva, incluso convocando para su apoyo a asociaciones de pacientes y usuarios de la SAnidad Pública.
«No decimos NO suficientemente a objetivos inalcanzables, políticas sin evidencia alguna, trabajo sin financiación. Realizamos numerosas tareas porque pensamos que son necesarias para el bien común; sin embargo, no se considera que también nosotros somos parte de ese bien común. La vocación en medicina puede compensarnos con la enorme alegría y diversión que supone el ejercicio profesional. Pero también permite que esos profesionales sean explotados. No puede ser blanda, incapaz de decir no. Necesita ser también de armas tomar, capaz de rebelarse. Espero que 2017 nos traiga a todos una justa (y vocacional) ira.»
PD. Lo suscribo plenamente con sólo cambiar el año a este 2020 que tanto sufrimiento está dejando entre nosotros.
Margaret McCartney