«No decimos NO suficientemente a objetivos inalcanzables, políticas sin evidencia alguna, trabajo sin financiación. Realizamos numerosas tareas porque pensamos que son necesarias para el bien común; sin embargo, no se considera que también nosotros somos parte de ese bien común. La vocación en medicina puede compensarnos con la enorme alegría y diversión que supone el ejercicio profesional. Pero también permite que esos profesionales sean explotados. No puede ser blanda, incapaz de decir no. Necesita ser también de armas tomar, capaz de rebelarse. Espero que 2017 nos traiga a todos una justa (y vocacional) ira.»
Estamos hartos de oir a los políticos decir que la Atención Primaria es el eje del Sistema durante sus estúpidas campañas electorales (donde se dilapìda dinero del contribuyente para decir y hacer estupideces sólo dirigidas a ganar las elecciones) , mientras dejan abandonados a su suerte a los profesionales que trabajamos en ella y a los pacientes que sufren las consecuencias de esas decisiones estúpidas y absurdas como la de no poder solicitar las pruebas complementarias que necesitemos en cada momento ó tener agendas de más de 60 -70 pacientes al día con la consecuente limitación de un recurso tan preciado como el tiempo para cada paciente.
El tiempo por paciente es un elemento crucial en la Atención Primaria y reducirlo , tratando a las personas como si fueran ganado, sólo conduce a consecuencias desastrosas a médicos y pacientes, en cuanto al riesgo de errores, percepción de no haber sido escuchados por parte de los pacientes y decisiones erroneas y no compartidas en los tratamientos con el consiguiente incumplmiento y consecuencias dañinas para todos.
La actual pandemia de Co Vid 19 está descubriendo las verguenzas de estos políticos y gestores ineptos que siempre han hecho oidos sordos a los requerimientos de profesionales y Sociedades Científicas de A. Primaria les hemos hecho llegar en cuanto a dotaciones de personal , Presupuestos y Organización de la Atención Primaria en nuestro Sistema de Salud. Las pruebas irrefutables son al menos dos : una que el Presupuesto de la Atención Primaria ha decrecido en los ultimos 20 años , un 15 % respecto al de los hospitales, y otra como consecuencia de todo esto que la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria es sistemáticamente la última en ser elegida por los jóvens médicos recién licenciados , a pesar de ser el llamado por los responsables políticos el "eje del Sistema".
La consecuencia de ello es que los profesionales de APS se encuentran al albur de las decisiones de gestores y políticos que habitualmente desconocen o desprecian el papel de la APS en el sistema sanitario. Solo en España ha sido posible cerrar centros de salud o imponer todo tipo de nuevas tareas sin negociar o evaluar con los profesionales ni llevar presupuesto asociado para su realización, ó dejar que haya agendas de casi 100 pacientes desde que empezó esta pandemia, para que los profesionales de A. Primaria se vayan quemando como pavesas sin que a ninguno de esos responsables parezca importarle.
En poco más de 3-4 años nos jubilaremos una buena cantidad de profesionales de mi generación, y éstos que se dicen "Responsables Sanitarios" y políticos de medio pelo, lo saben desde hace años pero no han hecho nada para paliar los efectos que se van produciendo desde que decidieron no reponer y ampliar las plazas que se iban quedando vacantes, para ahorrarse un dinero que iban invirtiendo en otras memeces y en otros ámbitos que les reportaran una foto en un periódico para ganar un puñado de votos de aquellos incautos que aún les creen. Y ahora, cuando esta pandemia está descubriendo el error de tener unas plantillas escasas y hartas de ser maltratadas, no saben ni pedir perdón, tener propósito de la enmienda ni conjugar el verbo dimitir.
Porque digo yo , que alguien debe asumir responsabilidades por estos errores descomunales que están costando vidas y haciendas.