miércoles, 14 de septiembre de 2011

ROMPE LA INERCIA, Piensa diferente aún con el mismo paciente

- El Lie Tse es el tercer libro en importancia del Taoísmo Filosófico. Su autoría se atribuye a Lie Yu Kou, filósofo de la China antigua que reunió textos taoístas y confucionistas, tomando los principios filosóficos más importantes.
Lie Tse escribe en forma de parábola. Es continuador de las enseñanzas de Lao Tse. Lie Tse también renunció a la vida social y politica, en oposición a las corrientes taoístas que defendían el orden social impuesto por el legismo. Comparte con Chuang Tse el ideal del sabio y propugna el retorno a la simplicidad y pureza original del hombre. 


Os muestro una historia de este libro , que se puede aplicar a nuestro día a día y que conviene tener en mente de vez en cuando , cuando nos adentramos en el territorio de la pereza y de la inercia. ¿Porqué no nos planteamos que ese dolor en la mandíbula puede ser un angor, ó esa molestia ó déficit motor en una mano puede ser un tumor cerebral, ó que ese malestar torácico inespecífico es expresión de un duelo no elaborado?
Como dice Lie Tsé : "Conviene no aplicar el mismo principio a todas las circunstancias" y esta es la fábula:
"Había un erudito que seguía a Confucio que estaba viajando a la capital desde su ciudad natal. Cuando se hallaba atravesando una zona tranquila y poco frecuentada por los viajeros, un grupo de bandidos le robó su dinero, su caballo y su carruaje.
El erudito continuó su viaje a pie como si nada hubiera sucedido. Los ladrones se sorprendieron de que su víctima no diera muestras de decepción ni dolor, así que lo alcanzaron de nuevo y le preguntaron: «La mayoría de las personas quedan desoladas cuando pierden sus posesiones, pero no tú. ¿Por qué?»
El erudito les respondió: «Un hombre virtuoso no está apegado a sus posesiones. Además, no satisfacerá sus necesidades tomando cosas que no son suyas.»
Los bandidos se miraron entre sí y dijeron: «Parecen palabras de un hombre sabio.»
Después, cuando los ladrones tuvieron tiempo para reflexionar sobre ellas, se dijeron entre sí: «Ese hombre sabio ocupará un puesto en el gobierno y enviará a la policía en nuestra persecución. Es mejor que lo matemos antes de que llegue a la capital.»
Así pues, corrieron tras el erudito y le mataron.

Cuando llegaron a la capital las noticias de su muerte, el anciano de la familia dijo a los miembros de su clan: «Cuando caigáis en manos de los bandidos, no actuéis como ese estúpido erudito.»




No mucho tiempo después, uno de los miembros más jóvenes de dicho clan fue a hacer negocios a una de las zonas más remotas del país y cayó en manos de los bandidos. Recordando lo que el anciano de la familia le había dicho, el joven discutió con los ladrones y defendió sus posesiones. Cuando los bandidos se marcharon con su posesiones, el joven seguía insistiendo. Corrió tras los ladrones y les instó a que le devolviesen sus bienes.
Los bandidos miraron al joven y le dijeron: «Te perdonamos la vida y ni siquiera lo aprecias. Eres tonto y una molestia, y tus huellas conducirían a la policía hasta nosotros.» Así que los bandidos mataron al hombre en el acto
Lo dicho NO APLIQUES SIEMPRE LAS MISMAS SOLUCIONES A TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS, LOS  MISMOS PACIENTES   PUEDEN TENER PROBLEMAS DISTINTOS. ¡HAY PACIENTES JOVENES CON PROBLEMAS  GRAVES Y PACIENTES ANCIANOS CON PROBLEMAS TRIVIALES

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