jueves, 1 de marzo de 2012

Aspectos Esenciales del Tratamiento en Medicina de Familia

- Como una vez dijo Montaigne: "Traigo un ramo de flores en la mano, ninguna es mía, sólo la cinta que las une".
 
   Cada día , en cada consulta , con  cada paciente hay un espectro de actuaciones que van desde las de más calidad a las que carecen de la más elemental base científica. Nuestro trabajo   es tan heterogéneo como sus protagonistas. Pero parece que , con el tiempo,  nos vamos poniendo de acuerdo en algunas cosas. 
 Estas ideas son el resultado de muchas opiniones plasmadas en diferentes textos, y  juntas resultan un verdadero tratado  sobre los Tratamientos en Medicina de Familia:

 




  • Incompetencia no es solo no saber interpretar un electrocardiograma sino también no tener las herramientas necesarias para cambiar estilos de vida.
  • Hay que ser tan bueno educando a los pacientes como indicando medicamentos efectivos para una afección.
  • La causa más frecuente de fracasos terapéuticos en la APS es la falta de adhesión del paciente al tratamiento.
  • Cuando el paciente está en estado de necesidad es más permeable a las orientaciones médicas.
  • La palabra  no cambia la conducta por sí sola.
  • El médico no trata sólo enfermedades, sino también incertidumbre, frustración, miedo o trastornos sociales derivados de la dolencia.
  • El arte de la medicina está en cómo se ejecuta la práctica individual.
  • No sólo hay que diagnosticar y tratar la enfermedad, sino también las características de los individuos que la sufre: sus ansiedades, esperanzas, temores y preocupaciones, su disposición y capacidades para cooperar con la curación, o alcanzar y mantener el estado de equilibrio en las afecciones crónicas.
  • El alivio de una molestia puede ser de importancia primordial y rendir buenos dividendos para la relación médico-paciente.
  • El apego del paciente al tratamiento es un componente esencial del manejo de las enfermedades y la continuidad de la atención permite que el médico controle este aspecto.



  • Los pacientes con una enfermedad crónica deben aprender a vivir lo más normalmente que sea posible, al igual que sus familiares.
  • Se debe prestar ayuda a los pacientes para que asuman una mayor responsabilidad en la atención a su salud.
  • Algunas enfermedades requieren ser “vigiladas” durante toda la vida, tanto por parte del paciente como por parte del Médico de Familia.
  • A veces es mejor no comunicar algo que comunicarlo mal.
  • El tratamiento instituido por el Médico de Familia debe ser racional, adecuado para el paciente, económico, efectivo y seguro. Además, los resultados de la terapéutica escogida deben ser claros, tanto para el médico como para el paciente.
  • El médico debe ser parco a la hora de prescribir medicamentos, sobre todo en el caso de enfermedades autocurables y que no dan muchas molestias, ya que el paciente mejorará sin necesidad de ellos. Muchas enfermedades observadas por el médico de familia caen en esta categoría.
  • Usar los nuevos medicamentos con cuidado; es  preferible manejar pocos medicamentos básicos con pericia y seguridad. Ante la aventura de usar un medicamento nuevo prefiera los ya conocidos y con experiencia en su uso.
  • El nivel cultural de los pacientes, su instrucción, su capacidad y disposición para cooperar con el tratamiento, son factores pronósticos tan importantes como las características de la enfermedad que padecen, sobre todo en el caso de las afecciones crónicas.
  • Los pacientes, además de dosis de medicamentos, necesitan dosis de médicos que brinden comprensión humana, apoyo y estímulo.


 

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