ruego encarecidamente a todos los lectores de este humilde blog, la lectura del discurso de agradecimiento del Dr. Albert Jovell, presidente del Foro español de pacientes y de la Universidad de los pacientes, en el acto de recogida del reconocimiento de Colegiado de honor de la OMC. Podeis leerlo aquí.
Extracto este párrafo que suscribo plenamente:
" Confianza, honestidad y compromiso eran conceptos a incorporar en la formas de pensar y actuar de un profesional. La confianza es aquello que te habilita para hacer las cosas con más personas y con mejores resultados. De esta forma, trabajar en equipo multiplica
los talentos individuales.
los talentos individuales.
La honestidad te permite delimitar de forma clara cuales son las fronteras de la tolerancia y de la ambigüedad.
El compromiso con los demás y, especialmente, con las poblaciones vulnerables te capacita para ver en la desgracia del otro lo que podía haber sido tu propia desgracia y te da la oportunidad de mostrar en tu forma de actuar como te gustaría ser tratado cuando esa desgracia llegue a tu vida. Es el llamado principio de reciprocidad. Esos tres valores caracterizan a un buen profesional y a un profesional bueno".
Y en otro párrafo extraordinario dice:
“Los rostros de alivio de los pacientes tras oír las palabras terapéuticas de un médico tienen un valor extraordinario, que escapan de cualquier métrica económica, y que constituyen por sí solos una recompensa para aquellas personas que continúan formándose cada día para dar lo mejor de sí mismos a sus pacientes”Admiro al Dr. Jovell desde hace tiempo, su entrega y su valor cuando ha tenido que enfrentarse a la enfermedad, y leyendo este texto, me he visto dibujado en mis ilusiones y anhelos, en mis sueños de adolescente cuando me imaginaba que un día llegaría a ser médico para intentar cuidar a los que lo necesitaran.
Hay una frase suya que me encanta y que considero plenamente vigente en nuestra era actual de adoración a la curación y de la negación del sufrimiento :“Los pacientes queremos que nos cuiden. Yo ya acepto que no me curen, pero me costaría aceptar que no me van a cuidar”
Siendo médico de pueblo, que por entonces no entraba en mis planes por desconocimiento, mis sueños se han hecho realidad y ejercer la medicina en el medio rural , tiene unos alicientes y un encanto que espero transmitir a todos mis residentes y compañeros , para que no perdamos nunca .....EL ORGULLO DE SER MÉDICO.
¡Feliz año a todos!