Y como confirmación de que la sociedad está derrapando peligrosamente hacia unos cauces poco prometedores, ya que se prima infinitamente más el parecer que el ser, la imagen por encima de los valores , las apariencias más que la esencia, he aquí unos vídeos del programa "El intermedio" que demuestran la diferencia en el esfuerzo que debe hacer alguien con belleza física respecto a quién no la tiene para alcanzar los mismos objetivos. Y claro , en una sociedad sin cabeza, sin capacidad de reflexión , anestesiada por el pan y circo , es altamente improbable, salvo catástrofe que pueda forzar un cambio de rumbo. Pero seguiremos en las trincheras , peleando por hacer avanzar el sentido común, que como casi todos saben , es el menos común de todos los sentidos:
lunes, 26 de abril de 2010
Antología del Disparate (1)
Hace un año aproximadamente se publicó este artículo , que trataba de demostrar cómo los estudiantes de medicina tenían una peligrosa tendencia a tratar de forma inadecuada a los ancianos por el mero hecho de serlo.
Las actitudes de las personas juegan un papel importante en sus vidas pero si éstas son médicos, la repercusión es extraordinaria. Estamos hablando de médicos futuros (¿y presentes?) que entran en la facultad con los mejores expedientes de bachillerato y a los que se educa en las Facultades para ser grandes especialistas de lo limitado (cuanto más limitado más especialistas aún y más apetecido por los futuros médicos). Esto lo denuncia ,una vez más mi admirado V. Baos en su blog , cuando muestra que de los primeros 4000 MIR en elegir especialidad este año , sólo 103 han elegido Medicina de Familia. A este ritmo , alentado por políticos necios, directivos indolentes y médicos quemados y desmotivados, podremos llegar a ver cada vez más barbaridades en este sentido , de forma que los Todólogos sigamos siendo vistos por los compañeros hospitalarios como escribientes de sus decisiones y con escasa capacidad de maniobra por las decisiones disparatadas de una clase política a la que sólo le preocupa renovar el escaño en las próximas elecciones ó alcanzar el poder aún a costa de renunciar a cualquier principio ético ó moral ó razonable.
Mientras no se dé a conocer la especialidad de Medicina de Familia en las Facultades, todo lo que no sea raro, improbable ó superespecializado no ejercerá atracción a los estudiantes, más preocupados de alcanzar el ejercicio de una especialidad que les lleve a conocer casi todo de muy poco, de tal forma que siempre que ven a un paciente en el hospital que presenta algún síntoma que no sea de lo que conocen , lo que es altamente probable dada la naturaleza multifactorial de las enfermedades y la polipatología de los cada vez más numerosos pacientes ancianos, tienen que hacer partes de interconsulta porque no tienen idea de lo que significa un extrasístole supraventricular (si es un Traumatólogo el que ve al paciente) ó un estreñimiento pertinaz si es un Neurólogo y así sucesivamente hasta el infinito y más allá.
¿Pondrá alguien sentido común algún día en esta parafernalia interminable?.