- En estos tiempos de rumores, bulos, mentiras, insidias, medias verdades, injurias, calumnias, manipulaciones.... conviene recordar de nuevo a los clásicos. Uno de los principales es SOCRATES , que fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. También puede ser útil apelar a Sócrates , en lo que a publicar en Medicina se refiere, porque la fiebre de publicar a toda costa, hace que se llenen miles de páginas sin que se obtenga ningún beneficio para pacientes ni para el conocimiento real. Y sucede que
Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
- “¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?”
- “Espera un minuto”, replicó Sócrates. “Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.”
- “¿Triple filtro?”
- “Correcto”, continuó Sócrates. “Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.”
- “El primer filtro es la verdad. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?”
- “No”, dijo el hombre, “realmente solo escuché sobre eso y...”
- “Bien”, dijo Sócrates. “Entonces realmente no sabes si es cierto o no.”
- “Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?”
- “No, por el contrario...”
- “Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.”
- “Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?”
- “No, la verdad que no.”
- “Bien”, concluyó Sócrates, “si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, ni es útil... ¿para qué querría saberlo?”
Que traducido a lo que se publica hoy serían tres filtros también:
CALIDAD PERTINENCIA IMPACTO CLÍNICO
Si lo que quieres publicar no es de calidad ó no es pertinente ó factible ó no va a tener ningún impacto clínico....................¿PARA QUÉ PUBLICARLO ?
Recordar también que las últimas palabras de Sócrates fueron:
"PARA CUANDO LO ENTIENDAN PUEDE QUE SEA TARDE"