El descubrimiento en 1983 del virus del SIDA por parte de Barré-Sinoussi, de 61 años, y Montagnier, de 76, fue esencial para la comprensión de la biología de la enfermedad y su tratamiento antirretroviral.
Sin embargo se consideró ,hasta la concesión del Nóbel, al profesor estadounidense Robert Gallo, como el codescubridor junto con Montagnier del retrovirus.
La concesión del Premio Nobel de Medicina y Fisiología 1998 a los científicos norteamericanos Robert Furchgott, Louis J. Ignarro y Ferid Murad por sus descubrimientos en relación con el óxido nítrico como una molécula mensajera en el aparato cardiovascular levantó una importante polémica al excluir de hecho al científico suramericano, nacionalizado británico, Dr. Salvador Moncada. Sin embargo más de 90 Universidades, Academias y Sociedades han reconocido hasta ahora al Dr. Moncada la prioridad en el descubrimiento de que el óxido nítrico es liberado por las células endoteliales, y del desentrañamiento de su vía metabólica. Más de 20.000 citas de sus trabajos fundamentales avalan en la comunidad científica su prelación en este campo. El Dr Moncada también descubrió el mecanismo por el que la aspirina evita la trombogénesis por su acción sobre la prostaciclina.
Dice el escritor español Jose Manuel Fajardo, autor de El converso (Ediciones B), que «la historia es generalmente la versión oficial de los vencedores, y eso suele ser siempre una mentira. Cuando uno investiga un poco la vida de los perdedores, de la gente que no consigue triunfar en un momento dado, encuentra más atisbos de verdad que en las versiones oficiales».
Pero esto no es patrimonio sólo de la Medicina, lo mismo ha sucedido en otros campos de la ciencia, y un ejemplo de ello es el del científico serbio Nikola Tesla, el verdadero descubridor de la radio y de infinidad de cosas como la corriente alterna, robótica, sistemas teledirigidos, tecnología de Rayos X......
Sin embargo en 1909 el italiano Marconi gana el premio Nobel por su aparato de radio que sin embargo utilizaba hasta 17 patentes tecnológicas propiedad de Tesla para transmitir la primera señal de radio que cruzó el Océano Atlático en 1901. Lo mismo sucedió con Edison, al que se considera inventor de la bombilla incandescente y que realmente se aprovechó de las ideas y desarrollos de N. Tesla, que es ,probablemente, el inventor menos reconocido de la historia. Edison era partidario de la corriente continua, mientras Tesla demostró que era mucho más rentable y práctica la corriente alterna, pero ya se sabe "unos crian la fama y otros cardan la lana". En 1943, con Tesla muerto, la corte suprema de los EEUU reconoció la autoría de Tesla respecto a la radio, y a su muerte la CIA se incautó de sus papeles y archivos, que hoy siguen,sospechosamente, sin desclasificarse.
Os dejo un vídeo que le hace justicia
