El acto de parir ,ya se trate de un hijo ,de una idea ó una obra de arte siempre va acompañado de dolor. Los
indios Huicholes , que habitan el la zona central de Méjico, piensan que la pareja de la mujer debe compartir el dolor y el placer de dar a luz- Por eso, mientras ella está de parto, el marido se sienta en las vigas situadas sobre su cabeza con una cuerda atada a sus testículos. Cada vez que tiene una contracción, la parturienta tira de la cuerda. Al final , el marido siente tanta alegría por el nacimiento del niño como la mujer (yo diría que más aún).Esa costumbre de compartir los dolores del parto, en la que el hombre mantiene una actitud simpática de empollamiento ante la llegada del hijo está extendida entre muchos nativos.
El siguiente grabado que aparece en la obra de A. Gelty lo ilustra perfectamente. Se titula: "La diosa. Madre de la naturaleza viviente, 1966, pags 68.:
Pintura sobre madera huichol. California