Con sólo convertirte en acompañante de un familiar que ha ingresado en el Hospital, es suficiente para darte cuenta de que en el templo de la sabiduría que son hoy los hospitales, no han calado las no tan nuevas tendencias de medicina centrada en el paciente.
De entrada, lo habitual es que estés en la Urgencia entre 18 y 48 horas para que , una vez orientada la patología que padeces, descartando las emergencias, claro está, puedas tener suerte de que haya una cama libre en la planta que te corresponde. Durante esa estancia en Urgencias, el paciente puede que tenga ganas de orinar y que se lo comunique a cualquiera de las personas que pase a su lado. A veces, esa persona es un médico, que le dice que se lo dirá a una de las auxiliares. Pero resulta que no ve a ninguna auxiliar por allí ( puede que sea la hora de la merienda, que a veces dura más de una hora) y se lo dice a una enfermera, que a su vez le dice al médico que porqué se lo dice a ella , que no es su cometido y que localice a una auxiliar, mientras el médico tiene que valorar a otros 10 pacientes que están a la espera........y así sucesivamente Entretanto el pobre enfermo, ya está con las piernas cruzadas para no tener una incontinencia por rebosamiento. A veces ya no puede más y se le escapa algo de orina ,con lo que moja la cama donde va a permanecer horas, y cuando llega por fin la auxiliar, encima recibe la bronca de ésta por tener tan poca consideración y no haber aguantado el deseo de orinar "un ratito".
Por supuesto, los familiares que esperan fuera, pueden tirarse varias horas sin que nadie se digne darles información sobre la evolución de su familiar ó de las pruebas que se le van a realizar. ¿Para qué , preguntan algunos, con lo ocupados que estamos?.
Cuando tras la odisea de Urgencias, llegas a la planta , allí resulta que te das cuenta de que las jerarquias se han invertido. Me explico: los celadores, se toman su tiempo , a veces de más de una hora para trasladar al enfermo donde corresponde, son maestros del escaqueo y presumen de ello incluso, como si los "galones" se midieran por el número de veces que no logran localizarlos. Las auxiliares, les "prescriben" a los pacientes que no se muevan de la cama porque el médico lo ha dicho , cuando en realidad éste no ha dicho ni indicado nada en la historia, e incluso se llevan la toalla del paciente porque como ya le han lavado, ya no tiene derecho de volver a mancharse con nada hasta el día siguiente, así que ¡mucho cuidado ! no vaya a ser que te apetezca lavarte la cara ó lo que sea porque te vas a ver negro para secarte. Por supuesto , cada vez que tienen que lavar ó cambiar de ropa al paciente, éste lo único que oye es hablar entre ellos de lo mal que funciona el hospital porque no se les paga como ellos merecen......
En general, cualquier personal auxiliar del hospital entra y sale de la habitación del paciente sin que muchos te den los buenos días ó te pregunten cómo estás. Y puede suceder que el médico haya solicitado una orina de 24 horas y que cuando vas a decirles que le pongan la cuña a tu familiar te digan que se espere hasta que terminen su media hora de la merienda y tu familiar otra vez con las piernas cruzadas hasta que se dignen pasarse por allí , a veces diciendo que qué impertinencia con tanta llamadita.
Es impensable que ninguno de estos auxiliares llame a la puerta antes de entrar .
Y ya para finalizar el día , convierten al paciente en incontinente aunque éste no lo fuera cuando ingresó en el hospital, ya que por la noche le ponen un pañal para que no moleste a los auxiliares si quiere levantarse a orinar durante la noche.
elSin embargo el trato de los médicos ha sido correcto e incluso amable en muchas ocasiones. A excepción del que hoy estaba de guardia . Ha tenido a mi familiar hasta el mediodía sin darle el alta cuando sólo estaba pendiente de valorar una creatinina , que estaba disponible desde las 11 de la mañana. Al final he pedido el alta voluntaria sin esperar a que se dignara acudir por la tarde para ver la dichosa creatinina. ¡Qué falta de respeto por los pacientes!
-Lo dicho, el hospital sigue quemando a los buenos profesionales por su frialdad.
- Cada vez que vuelvo al hospital por cualquier motivo me parece más imprescindible un curso de comunicación, donde se pondere la empatía como un valor fundamental en la relacción con el paciente. La empatía como una herramienta de alta tecnología, que brilla por su ausencia en buena parte del personal que debería saber que nada de lo que hacen tiene valor si no es por y para el paciente.