La Utopía

Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.

¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar
.
(Ventana sobre la Utopia. Eduardo Galeano.

CREO EN LA UTOPIA PORQUE LA REALIDAD ME PARECE IMPOSIBLE

sábado, 6 de diciembre de 2008

Sor Juana Ines de la Cruz. Una Feminista del siglo XVII


HOMBRES NECIOS QUE ACUSAIS.....


Hombres necios que acusáis

a la mujer sin razón,

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis:


Si con ansia sin igual

solicitáis su desdén,

¿por qué queréis que obren bien

si las incitáis al mal? .


Combatís su resistencia,

y luego con gravedad

decís que fue liviandad

lo que hizo la diligencia.


Queréis con presunción necia

hallar a la que buscáis,

para pretendida, Tais,

y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser más raro

que el que falta de consejo,

él mismo empaña el espejo

y siente que no esté claro?
Con el favor y el desdén

tenéis condición igual,

quejándoos, si os tratan mal,

burlándoos, si os quieren bien.


Opinión ninguna gana,

pues la que más se recata,

si no os admite, es ingrata

y si os admite, es liviana.


Siempre tan necios andáis

que con desigual nivel

a una culpáis por cruel

y a otra por fácil culpáis.


¿Pues cómo ha de estar templada

la que vuestro amor pretende,

si la que es ingrata ofende

y la que es fácil enfada?


Mas entre el enfado y pena

que vuestro gusto refiere,

bien haya la que no os quiere

y quejaos enhorabuena.


Dan vuestras amantes penas

a sus libertades alas,

y después de hacerlas malas

las queréis hallar muy buenas.


¿Cuál mayor culpa ha tenido

en una pasión errada,

la que cae de rogada

o el que ruega de caído?


¿O cuál es más de culpar,

aunque cualquiera mal haga:

la que peca por la paga

o el que paga por pecar?


Pues ¿para qué os espantáis

de la culpa que tenéis?

Queredlas cual las hacéis

o hacedlas cual las buscáis.


Dejad de solicitar

y después con más razón

acusaréis la afición

de la que os fuere a rogar.


Bien con muchas armas fundo

que lidia vuestra arrogancia,

pues en promesa e instancia

juntáis diablo, carne y mundo



A lo mejor a quien hay que ponerle una placa en el Congreso de los Diputados es a Sor Juana Inés de la Cruz, porque abogar por las mujeres en aquel siglo y siendo monja, tiene doble mérito , y no creo que nadie diga que no tenía valor democrático. Yo apoyaría la iniciativa, para que nadie descalifique a nadie sólo por su condición de ser monja.

El valor de la mirada



Estos días he estado en Cuenca impartiendo un curso de "Cómo dar malas noticias en medicina". Durante su desarrollo , volví a hacer énfasis en lo importante que es saber mirar a los pacientes.

La mirada es algo activo porque es más que ver. Ya lo decía Machado en sus Cantares (que dedicó a Ortega y Gasset) : "El ojo que ves, no es ojo porque tú lo veas/ es ojo porque te vé" .

Siempre citamos en dicho curso las dos frases que dos enfermos de cancer metastásico, en situación terminal ,indican qué les gustaría que aprendiesen los estudiantes de Medicina:
"Dígales que me dejen hablar primero a mí" ( lo que habla de la importancia de la escucha activa) , y " Dígales que llamen a la puerta antes de entrar, que saluden y se despidan y que cuando hablen conmigo ,me miren a los ojos". Como dice el Dr. Sanz Ortiz, estas dos cosas no se enseñan en las Facultades de Medicina, pero , añado yo , son tan importantes como aprender
a palpar el abdomen, ó más...
La mirada de los niños es siempre directa hacia quién les habla ó cuando les exploramos en la consulta. Cuando el niño nos mira nos está trasmitiendo sus sentimientos y está a la vez atento a nuestra mirada para captar cualquier dato que sirva para tranquilizarlo, y eso también se aprende haciéndolo. Fijaos en la mirada de la niña afgana de S. Mc Curry de 1984 mundialmente famosa publicada en N. Geographic y que se reproduce al inicio del post ¿Recordais la mirada de vuestros hijos la mañana del día de Reyes al descubrir la magia de ese momento? . ¿Acaso hay algo con más intensidad que esa mirada? . Y curiosamente todos los que vemos niños en nuestras consultas sabemos la importancia que tiene la pérdida de la vivacidad de sus ojos cuando están gravemente enfermos, y este signo es tanto más importante cuanto más pequeño es el niño, ya que se va perdiendo conforme va siendo más mayorcito .

En el diccionario de María Moliner , entre otras acepciones más comunes, se cita que "la mirada se considera como algo que sale de los ojos y llega al objeto" , es decir que interactúa con nuestro alrededor y por supuesto con las personas a las que nos dirigimos. Es algo activo. Por eso insistimos en la importancia de mirar a los ojos cuando nos relacionamos con otros y singularmente cuando lo hacemos con pacientes, que pueden estar más pendientes de lo que decimos con la mirada que de lo que decimos con nuestras palabras. A su vez , los enfermos pueden decirnos en muchas ocasiones, con su mirada , bastantes datos de su padecimiento. Recuerdo la fruición con que nos leíamos en los libros de semiología clínica la importancia de mirar los ojos de los pacientes para ver si tenían ictericia en los enfermos hepáticos, exoftalmos en los hipertiroideos, anillo corneal en los dislipémicos ó escleróticas azules en padecimientos óseos..... Con el tiempo hemos aprendido que la mirada , en sí misma, tenía más importancia que todo eso para la buena comunicación con todos nuestros pacientes. Y que bajar la mirada ,ó desviarla cuendo hablamos a alguién denota inseguridad en lo que hacemos ó decimos . No hay ninguna tecnología ,por sofisticada que sea, que sustituya a la mirada del médico hacia el paciente, y antes de utilizar siquiera cualquier proceso de razonamiento, el médico mira y observa, en busca de datos ó pistas que le ayuden a orientarse. Si el paciente percibe que ésto no lo hace adecuadamente , comenzará a estar incómodo.

Por lo tanto en la mirada del médico es tan importante aquello que mira cómo la manera en que lo hace. Cuando al final de toda la exploración y tras contrastar la opinion del paciente , emita su diagnóstico y pronóstico, el mirar a los ojos del paciente es tan extremadamente importante , que el no hacerlo hará desconfiar al enfermo de lo que digamos , por muy acertados que estemos en el proceso.

Finalizo con una dirección donde oireis el famoso Madrigal de G. de Cetina: "Ojos claros, serenos..... que pertenece no sólo por la época en que fué escrito sino por su belleza al Siglo de Oro de la poesía española y que resume como ninguno el poder de la mirada del ser humano: