La Utopía

Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.

¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar
.
(Ventana sobre la Utopia. Eduardo Galeano.

CREO EN LA UTOPIA PORQUE LA REALIDAD ME PARECE IMPOSIBLE

viernes, 26 de abril de 2013

Emociones en el paciente al que diagnosticas Cáncer: ¡No puede ser!

- En los últimos   cinco meses varios de mis pacientes más jóvenes han pasado por el durísimo trance de  ser diagnosticados de Cáncer en diferentes localizaciones. Hace tan sólo una semana fallecía una  muy querida amiga por un tumor que  se la ha llevado en tan sólo tres meses desde el diagnóstico. El miedo, ese fantasma inseparable de las malas noticias atenaza hasta el punto de anular tus capacidades y hemos de ayudar tanto a éstos pacientes como a sus familiares para que superen estos dramáticos momentos en que esos miedos les bloquean de tal forma que les impiden aprovechar el tiempo, a veces muy corto que les queda, para  poner sus cosas en orden y tener cierto control sobre la situación para morir dignamente.
 Aquí podeis ver algunas de éstas reacciones

“Y estaba  frente a mí con la mirada perdida. Parecía que se había quedado petrificada. No hablaba, no hacía nada. Sólo permanecía frente a mí, sentada, tras darle la mala noticia”


  Cada persona “es un mundo” por lo que cabe esperar tantas reacciones como personas existen. Y cada una de ellas lo afrontará de manera diferente.  Pero sí que existen algunas etapas comunes antes y después del diagnóstico. No son fases consecutivas necesariamente, a pesar de que se muestren así en la figura. La persona podrá ir "saltando" de una a otra durante todo el proceso oncológico. Incluso cuando haya alcanzado la aceptación de la situación podrá volver a otras fases y retomar ésta, más adelante.

¿Qué suele pasar cuando reciben el diagnóstico?
 ¿Cómo se suele reaccionar?


  1. Al principio existe una sensación de irrealidad de “esto no me puede estar pasando a mi” (Shock).
  2. Todavía hoy la palabra “Cáncer” suscita miedo y preocupación, a pesar de los avances médicos y tecnológicos. Miedo ante el propio diagnóstico, a los cambios, a los tratamientos, al dolor, etc.
  3.  Luego se pasa a la negación: “esto no está pasando, deben haberse equivocado, no puede ser para tanto”. Es el momento en el que se suelen hacer consultas a otros especialistas y se buscan segundas opiniones médicas.
  4. Aparecerán sentimientos de rabia o ira, “esto no es justo, no lo merezco”.
  5. Más adelante se pasará a un etapa de tristeza y llanto, preocupación, sufrimiento por todo lo que está sucediendo (“depresión”, nunca entendida todavía como diagnóstico clínico).
  6. Para finalmente llegar a la aceptación de la situación.

Hay que decir que todas estas reacciones son normales y adaptativas. Es  bueno y necesario que aparezcan para una buena adaptación al proceso oncológico. Cada vez irán siendo menos intensas hasta que la persona afectada se va familiarizando con el proceso de enfermedad y empieza a aumentar su sensación de control. 

Son etapas que los familiares y amigos también pueden vivir al enfrentarse a la experiencia de tener a alguien en esta situación durante su propio proceso de adaptación a la misma. 
  El marido de  ésta  querida amiga   que acaba de fallecer,  que también es un buén amigo ha sufrido lo indecible en silencio porque creía que así ayudaba más a su mujer. Sus sentimientos y altibajos emocionales han ido parejos , de la mano de los que experimentaba su mujer pero  muchas veces se sufre sólo, el enfermo y su familia por no preocupar al ser querido , y el sufrimiento es entonces acrecentado por el sentimiento de soledad.
  Si sabemos acompañar, respetando las emociones  que son normales en estas situaciones, habremos verdaderamente ayudado a esas personas que han puesto su confianza en nosotros, no tanto para la curación , que ya  no es posible, como para la  ayuda y la solidaridad emocional que podemos dar casi siempre.