- El síndrome del impostor afecta a un porcentaje importante de personas, Más de 70 % de las personas en todo el mundo ha experimentado el síndrome del impostor en algún momento de su vida, de acuerdo a datos publicados en International Journal of Behavioral Science , causando graves perjuicios a la autoestima . Una brillante carrera profesional, honores académicos, elogios, reconocimiento y, a pesar de todo, la persona que sufre el síndrome del impostor parece incapaz de internalizar sus éxitos como méritos propios y vive con un temor constante a «ser desenmascarado». El síndrome del impostor es un fenómeno en auge en nuestra sociedad hipercompetitiva; siete de cada diez personas se han sentido un fraude en alguna ocasión, incluidas figuras mediáticas, altos directivos y brillantes estudiantes. Este secreto convencimiento de que uno no está a la altura no solo merma gravemente la confianza en uno mismo y la autoestima sino que puede ser muy perjudicial para el desarrollo profesional. ¿Te has sentido así alguna vez?
La etiología de este síndrome no está bien delimitada, aunque algunos factores que lo favorecen son baja autoestima, atención excesiva a críticas, personalidad perfeccionista, estereotipos de sexo, falta de reconocimiento y validación en la infancia, además de tener (o haber tenido) padres sobreprotectores o sobrecontroladores, distorsión para aceptar el éxito y miedo al fracaso o al rechazo. En algunas personas puede solaparse con ansiedad social y casos de discriminación. Y en los profesionales de la Medicina dar lugar a desgaste profesional importante
Existen cinco variantes de este síndrome:
Perfeccionista: personas altamente competitivas que buscan la perfección, se imponen metas y estándares prácticamente inalcanzables. Un pequeño error es igual a fracaso y vergüenza.
Genio natural: en este caso el hecho de que tengan que esforzarse para lograr dominar una habilidad o una materia equivale a un fracaso.
Solista: en este grupo están las personas que cuando solicitan ayuda piensan que es una derrota, ya que deberían poder lograr el objetivo solas.
Experto: se siente impostor porque no sabe todo lo que hay que saber sobre un tema en particular o no domina todos los pasos de un proceso. Como tiene mucho que aprender, no se siente como si hubiera alcanzado el rango de "experto".
Superhumano: persona que "debe" ser la mejor en múltiples papeles, si falla en alguno considera que ha fracasado.
El tratamiento se basa en terapias psicológicas para poder identificar las creencias negativas, buscando reemplazarlas con pensamientos más realistas. Otras actividades que pueden ayudar consisten en reconocer los logros y enfocarse en comentarios laborales positivos, separar los sentimientos de los hechos, procurar ser autocompasivo, aprender a aceptar elogios y evitar comparaciones con los demás. La prevención, el diagnóstico, la intervención temprana y el tratamiento del síndrome del impostor deberían mejorar los efectos perjudiciales en el ámbito personal, en los equipos de trabajo, familia y en la sociedad en general.
A veces ayuda el intentar ver las cosas de otra manera como ilustra esta viñeta:
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