La Utopía

Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.

¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar
.
(Ventana sobre la Utopia. Eduardo Galeano.

CREO EN LA UTOPIA PORQUE LA REALIDAD ME PARECE IMPOSIBLE

domingo, 1 de noviembre de 2009

Sobre los conflictos Generacionales


El médico de familia ingles Ronald Gibson, comenzó una conferencia sobre conflictos generacionales, citando cuatro frases:

1). "Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad.
Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos".


2). "Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible."


3). ‘Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos.


4). ‘Esta juventud esta malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura"

Después de estas cuatro citas, quedó muy satisfecho con la aprobación que los asistentes a la conferencia daban a cada una de las frases dichas.


Entonces, reveló el origen de las frases mencionadas:

-La primera es de Sócrates (470-399 A.C )
-La segunda es de Hesíodo (720 a.C.)
-La tercera es de un sacerdote egipcio del año 2.000 a.C.
-La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia y con más de 4.000 años de existencia.
Padres y Madres de familia:
RELAJAOS PUES SIEMPRE FUE ASÍ…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En aquellos tiempos ya sabian como iban a ser nuestros hijos?
A por eso el refran "Te conozco como si te hubiera pario"

Antonio R. dijo...

Quién sabe! Pero está claro que en todas partes cuecen habas.