La Utopía

Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.

¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar
.
(Ventana sobre la Utopia. Eduardo Galeano.

CREO EN LA UTOPIA PORQUE LA REALIDAD ME PARECE IMPOSIBLE
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martes, 22 de septiembre de 2015

Referentes.

- A veces , con el duro trabajo diario, con la sucesión de las malas noticias, con el afrontamiento de las muy frecuentes condiciones difíciles en las que realizamos nuestra labor, vamos haciendo "costra" para que podamos mantener cierta salud emocional que en realidad no es tal sino sólo lo contrario : una mala salud emocional.  Necesitamos  seguir emocinándonos en la consulta, conectar con las emociones y sentimientos de nuestros pacientes y aún así mantener el equilibrio en nuestro interior para poder ayudar a nuestro paciente a transitar por esos caminos de dolor y  sufrimiento.

  A veces hay que volver a nuestras raíces, a sentirnos conmovidos con las historias que nos relatan nuestros pacientes, a intentar comprender lo que ellos sienten con su enfermedad y su impacto en sus vidas y las de sus familias. Se trata de llenar el vacío que sienten tras el diagnóstico,  con toda la humanidad y la empatía de que seamos capaces.
 Esta escena de la película "El Doctor"  ilustra excepcionalmente bién algunos de esos aspectos que son trascendentes para seguir SIENDO médicos  y no sólo de trabajar como tales. Quizá deberíamos ver esta escena a menudo para no perder referentes. Imaginad cuantas veces se olvidan estas premisas cada día , en cualquier Hospital ó Centro de Salud , para intentar evitar que sigan ocurriendo.


martes, 2 de abril de 2013

La Extinción del Niño Sano

- El excelente blog multiprofesional Medicos Sin Marca  ha hecho una entrada que me parece paradigmática del esperpento en que se están convirtiendo algunos temas  habituales en las consultas de A. Primaria. Ocurre lo mismo con la Pre-Hipertensión, los Cólicos del lactante, la menopausia, las revisiones escolares ó el tratamiento de la hiperlipemia en mujeres sanas que además tienen un HDL alto. Si no ponemos sentido común a este disparate tendremos que entonar el mea culpa en poco tiempo.

No sólo los laboratorios hacen uso sistemático de tácticas de promoción cuestionables y alianzas interesadas con el cuerpo médico. En pediatría, la promoción agresiva de fórmulas “nutracéuticas” y “terapéuticas” –importadas y de alto costo– constituye una práctica habitual y en vertiginoso aumento.
Una estrategia dominante actualmente es la “patologización” indiscriminada de fenómenos normales en el lactante menor (especialmente antes de los 3 meses) y su presunta resolución con fórmulas hipoalergénicas. El terreno es fértil para la profecía autocumplida, pues los fenómenos propios del desarrollo, como llanto, cólicos, regurgitación, despertares nocturnos, erupciones cutáneas, etc. están destinados a resolverse espontáneamente, generalmente a partir de los 3 meses. En un reciente congreso internacional realizado en Chile, un conferencista promovía –ante medio millar de personas– el uso de ciertos productos para el cólico infantil, señalando su efectividad en un 70% de los casos al cabo de 4 a 6 semanas de uso. Por definición, ¡ésa es la historia natural del cólico infantil! Así fue descrita por los clásicos y corroborada por la investigación contemporánea.


Esta estrategia ha resultado un verdadero éxito comercial y mediático, generando una preocupación masiva en las madres y familias de los lactantes, mientras se distribuyen incentivos a granel entre los prescriptores. Estos reciben además la información técnica de parte de las propias compañías, alineando así sus conocimientos con los intereses de éstas. Los productos referidos son prescritos a un porcentaje considerable de los lactantes que consultan (sobre todo en sectores de nivel socioeconómico más alto).
Esta situación es especialmente notoria en el ámbito de las alergias alimentarias. Si bien hay datos que muestran un aumento de dichas alergias en las últimas décadas, las prácticas observadas en nuestro país (y en otros) pocas veces se basan en la evidencia “dura”. Los criterios diagnósticos se han vuelto extremadamente difusos, muchas veces en forma deliberada y bajo el impulso de las partes interesadas. Los diagnósticos se apoyan en pruebas de laboratorio inespecíficas, no validadas o francamente erróneas. Algunas de las cifras presentadas se basan en autodiagnóstico de pacientes en encuestas poblacionales.
Hay otros factores implicados en este fenómeno médico-sociológico. Entre ellos, la cantidad e intensidad de los temores y aprensiones que se observan en una alta proporción de los padres y madres de hoy. Éstos están relacionados con el desconocimiento de la fisiología del niño sano, de sus variantes normales y de los fenómenos propios del desarrollo infantil, no sólo por parte de la población general sino también de muchos médicos (sobre todo de reciente egreso). El nivel de exposición a la biología del niño sano y a la puericultura en los currículos pediátricos de algunas universidades parece francamente insuficiente. Las actividades prácticas suelen centralizarse en campos terciarios (atención de patologías), a expensas de la supervisión de salud de la díada madre-hijo y del enfoque familiar y comunitario.
El clima de consumismo imperante en el área de la salud estimula en las familias el fenómeno de “doctor shopping” y la búsqueda de segundas y terceras opiniones. Se multiplican las consultas por motivos banales y la medicalización (y medicación) de molestias menores. Padres que se presentan como clientes exigentes (“¡para eso pago!”) demandan para sus hijos una especie de “inmunidad absoluta”. El nacimiento, el crecimiento y la crianza deben ser perfectos, exentos de dolencias y de las vicisitudes propias de la condición humana. No se aceptan resfríos, ni quejas, ni llantos, ni desvelos, ni sarpullidos, ni muchas deposiciones ni pocas, ni regurgitaciones, ni gases, ni despertares intempestivos ni variantes temperamentales en los niños.


Los medios, especialmente la TV y las revistas “femeninas”, con su énfasis en los testimonios dramáticos y casos aberrantes, contribuyen a la patologización de fenómenos habituales en los niños, fomentando en la población una preocupación excesiva ante situaciones manejables. A menudo vemos en reportajes y entrevistas a connotados “gurús” promoviendo el uso de costosas panaceas (casualmente en sincronía con las compañías fabricantes). Las complejas redes de intereses que involucran a medios de comunicación, compañías farmacéuticas (o de alimentos) e instituciones de salud, por regla general pasan desapercibidas a ojos de televidentes y lectores.
Las sociedades científicas, volcadas hacia adentro, muchas veces desconocen las repercusiones que sus recomendaciones tienen sobre el cuerpo médico no especializado, los medios, el público y la salud de la población. A mayor especialización y menor orientación biopsicosocial, mayor es la probabilidad de que sus normativas –unilaterales y a menudo dogmáticas– entren en conflicto con intereses naturales de la comunidad, como la promoción de la lactancia materna, el cuidado responsable del lactante y del niño y la contención de costos en salud.
Los cursos y congresos promovidos por muchas sociedades científicas son un reflejo de los intereses de las compañías patrocinadoras. Rara vez se encontrará, por tanto, que enfaticen (o siquiera incluyan) actualizaciones en temas como lactancia materna, alimentación infantil saludable o biología del resfrío común (en oposición a la creciente y perniciosa tendencia a conferir carácter crónico y ominoso a las infecciones respiratorias banales de la infancia, que son parte constitutiva de la vida en sociedad del ser humano). Los conferencistas invitados suelen ser elegidos (o “sugeridos”) por los auspiciadores o pertenecer a su nómina de speakers pagados. Los temas a tratar –y los expositores– a menudo pasan por el filtro (explícito o implícito) de dichas corporaciones. Abundan los regalos y las chucherías de toda índole para los asistentes, con el nombre y logo del producto “estrella”. El espectáculo en ocasiones es cuasi-circense.
En tales instancias de Educación Continua, los asistentes –en buena parte jóvenes profesionales sin oportunidad de acceder a programas educativos formales– siguen con devoción y candor las ponencias presentadas, internalizando de manera literal los contenidos.
Cada año, laboratorios y compañías de alimentos no escatiman en gastos para financiar el periplo latinoamericano de investigadores extranjeros que presentan sus convenientes resultados y que encuentran tribuna libre y aquiescencia de parte de las jefaturas de centros académicos y clínicos (donde las promociones se realizan incluso en el horario oficial de las reuniones clínicas).
Algunas compañías han impulsado la creación de foros en internet donde madres, padres y otros “interesados” discuten informalmente los problemas que ameritan el uso de ciertos medicamentos y productos. Allí se demonizan los malestares normales del lactante, se solidariza con las sufrientes familias y se describen las virtudes de tal o cual producto. La compañía interesada permanece en las sombras. Muchas veces los foristas promueven agresivas acciones de lobby para que el (carísimo) producto llegue a ser una necesidad colectiva y, por ende, objeto de subsidios estatales (un precioso ejemplo de políticas regresivas).
Escasea la investigación local dirigida a caracterizar la naturaleza y efectos de la patologización de los fenómenos normales, así como sus costos económicos y sociales. Por ejemplo, el masivo aumento de las licencias médicas por supuesta enfermedad grave del niño menor –responsable de una escalada en costos de salud durante casi dos décadas–, prácticamente no mereció investigaciones de carácter científico en el país.
Las universidades, por su parte, cada vez más centran sus intereses investigativos en grandes proyectos sobre terapias farmacológicas, financiados por laboratorios internacionales, o en proyectos de prestigio –muchas veces personalistas– característicamente en el campo de la biología molecular. Las entidades con interés en Salud Pública –públicas o privadas, universitarias o estatales– tienden por su parte a incursionar en el terreno tradicional de la demografía y de las políticas económicas o de gestión. Lo que ocurre en la calle, en los hogares o en la consulta médica rara vez es investigado por los ámbitos académicos, aún cuando moldeen en forma fundamental las creencias y procederes de la población.
Tampoco la rigurosa Medicina Basada en Evidencia (MBE), cuyo insumo son los datos publicados en la literatura, suele hacerse cargo de estos temas. Por lo demás, la proletarización de la práctica clínica –especialmente en Atención Primaria– deja a los profesionales desinformados respecto de las fuentes de evidencia en las que debieran apoyar sus decisiones. En este contexto, los visitadores médicos y las compañías farmacéuticas y de alimentos se hacen cargo a sus anchas –con sus propios énfasis, contenidos, trucos y obsequios– de la educación continua de gran parte de la profesión médica.
Los grandes temas de salud no tienen sponsor. Ante la irresistible presión de situaciones como las antes descritas, que actúan concertadamente, los grandes perdedores serán siempre los temas huérfanos de mecenas corporativos: la lactancia natural, las prácticas saludables en la crianza y la alimentación del niño, el autocuidado, la resolución espontánea de las dolencias banales y autolimitadas. En suma, el concepto global de “niño sano” o “niño normal”. Frente a las potentes fuerzas mercantiles y de la cultura imperante que insisten en desvirtuarlo, patologizando todas y cada una de sus características, el concepto de niño sano constituye hoy en día una concepción casi subversiva.

jueves, 1 de marzo de 2012

Aspectos Esenciales del Tratamiento en Medicina de Familia

- Como una vez dijo Montaigne: "Traigo un ramo de flores en la mano, ninguna es mía, sólo la cinta que las une".
 
   Cada día , en cada consulta , con  cada paciente hay un espectro de actuaciones que van desde las de más calidad a las que carecen de la más elemental base científica. Nuestro trabajo   es tan heterogéneo como sus protagonistas. Pero parece que , con el tiempo,  nos vamos poniendo de acuerdo en algunas cosas. 
 Estas ideas son el resultado de muchas opiniones plasmadas en diferentes textos, y  juntas resultan un verdadero tratado  sobre los Tratamientos en Medicina de Familia:

 




  • Incompetencia no es solo no saber interpretar un electrocardiograma sino también no tener las herramientas necesarias para cambiar estilos de vida.
  • Hay que ser tan bueno educando a los pacientes como indicando medicamentos efectivos para una afección.
  • La causa más frecuente de fracasos terapéuticos en la APS es la falta de adhesión del paciente al tratamiento.
  • Cuando el paciente está en estado de necesidad es más permeable a las orientaciones médicas.
  • La palabra  no cambia la conducta por sí sola.
  • El médico no trata sólo enfermedades, sino también incertidumbre, frustración, miedo o trastornos sociales derivados de la dolencia.
  • El arte de la medicina está en cómo se ejecuta la práctica individual.
  • No sólo hay que diagnosticar y tratar la enfermedad, sino también las características de los individuos que la sufre: sus ansiedades, esperanzas, temores y preocupaciones, su disposición y capacidades para cooperar con la curación, o alcanzar y mantener el estado de equilibrio en las afecciones crónicas.
  • El alivio de una molestia puede ser de importancia primordial y rendir buenos dividendos para la relación médico-paciente.
  • El apego del paciente al tratamiento es un componente esencial del manejo de las enfermedades y la continuidad de la atención permite que el médico controle este aspecto.



  • Los pacientes con una enfermedad crónica deben aprender a vivir lo más normalmente que sea posible, al igual que sus familiares.
  • Se debe prestar ayuda a los pacientes para que asuman una mayor responsabilidad en la atención a su salud.
  • Algunas enfermedades requieren ser “vigiladas” durante toda la vida, tanto por parte del paciente como por parte del Médico de Familia.
  • A veces es mejor no comunicar algo que comunicarlo mal.
  • El tratamiento instituido por el Médico de Familia debe ser racional, adecuado para el paciente, económico, efectivo y seguro. Además, los resultados de la terapéutica escogida deben ser claros, tanto para el médico como para el paciente.
  • El médico debe ser parco a la hora de prescribir medicamentos, sobre todo en el caso de enfermedades autocurables y que no dan muchas molestias, ya que el paciente mejorará sin necesidad de ellos. Muchas enfermedades observadas por el médico de familia caen en esta categoría.
  • Usar los nuevos medicamentos con cuidado; es  preferible manejar pocos medicamentos básicos con pericia y seguridad. Ante la aventura de usar un medicamento nuevo prefiera los ya conocidos y con experiencia en su uso.
  • El nivel cultural de los pacientes, su instrucción, su capacidad y disposición para cooperar con el tratamiento, son factores pronósticos tan importantes como las características de la enfermedad que padecen, sobre todo en el caso de las afecciones crónicas.
  • Los pacientes, además de dosis de medicamentos, necesitan dosis de médicos que brinden comprensión humana, apoyo y estímulo.


 

miércoles, 17 de agosto de 2011

XII MESES, XII CAUSAS Agosto: relaciones con la Industria Farmacéutica; ¿se puede estar en la trinchera sin llenarse de barro hasta las rodillas?

Gema está terminando su primer día como estudiante en el centro de salud que le han asignado de prácticas; su tutor, Alberto, un médico de los de la época del inicio de la especialidad le parece un profesional muy competente con una especial capacidad para conectar con sus pacientes. Termina la consulta, pero aún quedan 2 horas para el final de la jornada laboral. En ese momento entra una mujer de unos 35 años, trajeada, (excesivamente) sonriente, que comienza a conversar con Alberto como si fueran grandes amigos. “Será una antigua compañera o la familiar de algún paciente”, piensa Gema para sus adentros, pero acto seguido empieza a hablarle de un nuevo medicamento…
La interacción entre la industria farmacéutica y los diferentes profesionales que forman el sistema sanitario (desde gestores hasta médicos y enfermeras -incluyendo estudiantes-) es algo que se ha instaurado en nuestra vida diaria con completa normalidad. En el caso que a nosotros nos atañe (el de los médicos), éstos han pasado a considerar a la industria farmacéutica no sólo como una investigadora y fabricante de medicamentos, sino incluso como un agente de formación sobre práctica clínica (no sólo medicamentos), girando esta relación entre los médicos y la industria en torno a un acto concreto: la visita médica. A pesar de que por ley el médico no está obligado a recibir a los representantes farmacéuticos, la amplia mayoría de éstos lo hace, ignorando, en gran medida, la influencia que esto tiene sobre su prescripción (aunque sí que reconozcan esta influencia en sus compañeros)(1).

 
En nuestra opinión, la relación entre la industria farmacéutica y los profesionales sanitarios tiene que estar regulada para poder responder con independencia (tanto clínica como formativa) a los intereses que rigen la acción de la industria, pudiendo ser estos intereses -económicos- muy dañinos para los pacientes, el sistema sanitario, nuestra práctica clínica y el desarrollo de la ciencia.
Los médicos que defienden la independencia del médico en sus relaciones con la industria no lo hacen motivados por un fundamentalismo ideológico, sino por el deseo de lograr una mejora en la calidad de la asistencia clínica y de la formación teórica, movidos por los resultados de los estudios que muestran que la influencia de la publicidad en la prescripción de los médicos es de mayor magnitud que la de los artículos científicos publicados en revistas médicas. (2)
Desde un punto de vista meramente operativo, la visita de los representantes a los médicos plantea tres problemas:
    1. Supone una merma en el tiempo que podría dedicarse a actividades de formación, investigación o docencia.
    2. El médico se hace eco de información sesgada (ocultación de estudios con resultados negativos, confección de escalas modificadas -y no veraces-, folletos publicitarios con afirmaciones erróneas -o fraudulentas-), promoviendo en los médicos una actitud pasiva frente a la búsqueda de información científica.
    3. La recepción de regalos por parte del médico puede suponer, según de qué se trate, una práctica en los límites de la legalidad según la Ley del Medicamento (a pesar de que Farmaindustria haya confeccionado un código autorregulador de buena conducta que en ocasiones no se ve cumplido).
La industria farmacéutica no es buena ni mala per se; es un motor del sistema sanitario y un eje imprescindible en lo que ha sido la mejora de la salud de la población en los últimos 50 años (aunque de menor impacto que el saneamiento de los espacios públicos o la generalización del acceso al agua potable, por ejemplo); por ello es esa vertiente investigadora la que debe ser potenciada (en la actualidad la inversión de las big-pharma en I+D es de un 15% frente al 40% dedicado a marketing), intentando evitar, regular y mantenerse independientes de las estrategias de ventas que puedan llevar a cabo para maximizar sus beneficios, tales como: (3)
    1. Promoción de enfermedades (disease mongering): mediante la medicalización de estados no patológicos (timidez, calvicie, menopausia) o tratando de bajar los umbrales diagnósticos y terapéuticos (por ejemplo, los objetivos de cifras tensionales o las cifras deseables de HbA1c en los pacientes diabéticos).
    2. Comercialización de fármacos “me too”: la generación de medicamentos que no suponen para la práctica  ningún aporte significativo -y cuya investigación cuesta a la industria farmacéutica un 30% menos que si se tratara de una molécula innovadora- es una de las estrategias de la industria farmacéutica para maximizar beneficios y eludir los vencimientos de las patentes.
    3. Dinamización de la adopción de innovaciones farmacológicas: mediante cursos de formación, contratación de líderes de opinión, impregnación de las guías de práctica clínica, financiación de  sociedades científicas y sociedades de pacientes…
Hoy en día, con el acceso a internet presente en la mayoría de nuestros domicilios y teléfonos móviles (aunque aún no en todas nuestras consultas), aludir a la necesidad de acceder a la formación que proporciona la industria farmacéutica para perpetuar la actual relación con la misma parece un argumento ciertamente pobre y superficial; multitud de iniciativas institucionales (CKS, NICE, Boletines de Información Terapéutica) y no institucionales (listas de correo electrónico, blogosfera sanitaria, seminarios independientes) han surgido ofreciendo a los profesionales sanitarios fuentes de información veraz, contrastable e independiente de intereses económicos.
Pero no sólo los médicos son objeto de relaciones con la industria farmacéutica que deberían ser reguladas; desde estudiantes hasta gestores de centros sanitarios y consejeros/ministros de sanidad mantienen relaciones que ponen en entredicho su independencia a la hora de la toma de decisiones. En el caso de los estudiantes, los estudios publicados muestran que un elevado porcentaje de los mismos han tenido algún contacto promocional con la industria farmacéutica, mostrándose más conscientes de la influencia que esto puede tener sobre su futura prescripción que los médicos ya licenciados; en el año 2006 JAMA (4) publicó un artículo en el que se realizaban algunas recomendaciones sobre las relaciones que las universidades debían tener con la industria farmacéutica en lo relativo a la formación de pregrado (aplicable tanto a estudiantes como a profesorado); en dicho artículo se decía lo siguiente:
“More stringent regulation is necessary, including the elimination or modification of common practices related to small gifts, pharmaceutical samples, continuing medical education, funds for physician travel, speakers bureaus, ghostwriting, and consulting and research contracts”
[“Es necesaria una regulación más estricta que incluya la modificación o eliminación de prácticas habituales relacionadas con pequeños obsequios, muestras de productos farmacéuticos, formación médica continuada, subvención de viajes, agendas de conferenciantes, publicación de artículos con firma fantasma, contratos de consultoría e investigación”]
La formación universitaria debe caracterizarse por la formación de un espíritu crítico que se aleje de los intereses empresariales y capacite a los futuros médicos para generar un entorno formativo con capacidad de crítica (incluyendo comprensión de información científica, uso racional del medicamento, habilidades comunicativas -in situ y en red-,…) que se pueda perpetuar durante sus años de ejercicio profesional, sin verse directa o indirectamente condicionados por aquellos agentes que puedan tener, en ocasiones, intereses muy diferentes a los de los estudiantes, médicos y/o pacientes.
En resumen, es necesario que la transparencia permeabilice nuestras relaciones con la industria farmacéutica; hay que transformar los espacios actualmente reservados a la “visita médica”  en tiempo para dedicar a la formación, docencia e investigación, fomentando, por encima de todo, una actitud crítica e independiente en nuestro trabajo diario. Cambiar la práctica clínica es una tarea difícil, y mejorar los hábitos de prescripción, un reto; pero aprender a hacer las cosas bien desde el principio, es algo que debería estar en nuestras manos.
En ocasiones la mejor forma de generar sinergias (palabra de moda) es dedicarse a lo que uno mejor sabe hacer: la industria farmacéutica a diseñar, fabricar y comercializar fármacos innovadores frente a los mayores problemas de salud de la población; los médicos a tratar de mejorar la salud de su población mediante una buena práctica clínica empática basada en una formación crítica e independiente.
AUTORES (p.o. alfabético)
Javier Padilla. MIR Medicina Familiar y Comunitaria. Co-autor de medicocritico . Miembro de NoGracias. [@javierpadillab]
June Udaondo. Médico. R0 de quién-sabe-qué. (co)coordinadora de Farmacriticxs. Recién incorporada a medicocritico [@Txun_Lee]
Jose Valdecasas. Psiquiatra. Co-autor del blog postpsiquiatria [@jose_valdecasas]
COLABORADORES (p.o. alfabético)
Montse Bosch y Roser Llop (@sietes7). Fundació Institut Català de Farmacologia Barcelona
MATERIALES COMPLEMENTARIOS.
Decálogo para una formación independiente. Udaondo J. Padilla J. [formato PDF]

viernes, 8 de abril de 2011

Medicina de Familia: Atractiva para un cinco por mil de médicos recién licenciados

 Tomado de Acta SAnitaria:
-Madrid 06/04/2011. Tras dos días de adjudicación de plazas MIR, sólo cinco de los mil aspirantes con mejor número de orden en la convocatoria se han decantado por Medicina de Familia, una tendencia que se repite cada año, a pesar de que esta especialidad es la que oferta más plazas cada año.
A pesar de ser la especialidad para la que se aprueban más plazas cada año (en esta ocasión 1.919), no se encuentra entre las predilectas de los aspirantes a realizar la formación médica especializada. Se encuentra, por el contrario, dentro de sus últimas opciones, al igual que otras como Farmacología Clínica, Microbiología y Parasitología, Análisis Clínicos, Medicina del Trabajo y Medicina Preventiva y Salud Pública.

Sin embargo , ésto , que sucede año tras año , desde hace demasiado tiempo, no suscita ninguna declaración de Políticos ni  de las llamadas Autoridades Sanitarias. ¿Porqué una Especialidad  como Medicina de Familia , sigue siendo puramente vocacional? Tan sólo hay que darse una vuelta por alguna consulta de un médico de Familia que trabaje en ,llamémosle, "condiciones normales":
      -  Horario indeterminado: es decir entras a las 8 pero no sabes cuándo saldrás.
      -  Número indeterminado de pacientes por día: aunque no sueles bajar de unos 45-50 más las recetas, más los domicilios y algunas uregencias y pseudourgencias entre medias.
      -  Los Gerentes obsesionados con cubrir los objetivos de gasto importándoles un pepino las condiciones laborales de la mayoría de sus profesionales.
        - Cada día mayor responsabilidad , pero se nos niega el acceso a la mayoría de pruebas complementarias como endoscopias, colonoscopias, TAC, RMN........ mientras se nos recrimina la falta de resolutividad en nuestro medio.
        -  No hay rotaciones de médicos en A. Primaria mientras se cursa la Licenciatura , mientras en el Hospital hay muchos que creen que sólo vemos catarros y hacemos recetas (las que manda el hospital entre ellas).
        -  Somos los médicos peor pagados de Europa y los que menos tiempo dedicamos a los pacientes (según las estadísticas oficiales, claro)  porque no podemos tener , según nuestros gerentes, listas de espera, lo que supone ,en la práctica un sobreesfuerzo y agotamiento emocional del médico de FAmilia que quiere hacer las cosas mejor.



              Bueno, para qué seguir, quizá esto explique lo del 5 (¡ ...........te la hinco!) por mil.  Lo raro , es que aún nos siga gustando a ese cinco (no voy a  volver a hacer la rima) y a otros  locos como muchos de nosotros.
        A esos políticos responsables de este desaguisado les deseo que cuando tengan un problema  de salud , no tenga que atenderles un Médico de Medicina Estética porque ya no haya médicos de Familia dispuestos a seguir en un Sistema que les ningunea de forma  ininterrumpida desde hace ya demasiados años.

lunes, 26 de abril de 2010

Antología del Disparate (1)


Hace un año aproximadamente se publicó este artículo , que trataba de demostrar cómo los estudiantes de medicina tenían una peligrosa tendencia a tratar de forma inadecuada a los ancianos por el mero hecho de serlo.

Las actitudes de las personas juegan un papel importante en sus vidas pero si éstas son médicos, la repercusión es extraordinaria. Estamos hablando de médicos futuros (¿y presentes?) que entran en la facultad con los mejores expedientes de bachillerato y a los que se educa en las Facultades para ser grandes especialistas de lo limitado (cuanto más limitado más especialistas aún y más apetecido por los futuros médicos). Esto lo denuncia ,una vez más mi admirado V. Baos en su blog , cuando muestra que de los primeros 4000 MIR en elegir especialidad este año , sólo 103 han elegido Medicina de Familia. A este ritmo , alentado por políticos necios, directivos indolentes y médicos quemados y desmotivados, podremos llegar a ver cada vez más barbaridades en este sentido , de forma que los Todólogos sigamos siendo vistos por los compañeros hospitalarios como escribientes de sus decisiones y con escasa capacidad de maniobra por las decisiones disparatadas de una clase política a la que sólo le preocupa renovar el escaño en las próximas elecciones ó alcanzar el poder aún a costa de renunciar a cualquier principio ético ó moral ó razonable.

Mientras no se dé a conocer la especialidad de Medicina de Familia en las Facultades, todo lo que no sea raro, improbable ó superespecializado no ejercerá atracción a los estudiantes, más preocupados de alcanzar el ejercicio de una especialidad que les lleve a conocer casi todo de muy poco, de tal forma que siempre que ven a un paciente en el hospital que presenta algún síntoma que no sea de lo que conocen , lo que es altamente probable dada la naturaleza multifactorial de las enfermedades y la polipatología de los cada vez más numerosos pacientes ancianos, tienen que hacer partes de interconsulta porque no tienen idea de lo que significa un extrasístole supraventricular (si es un Traumatólogo el que ve al paciente) ó un estreñimiento pertinaz si es un Neurólogo y así sucesivamente hasta el infinito y más allá.

¿Pondrá alguien sentido común algún día en esta parafernalia interminable?.

domingo, 24 de enero de 2010

Medicina Basada en la Evidencia.Una llamada a la militancia



Esta semana , los días 21 y 22 , he tenido la suerte de asistir a las II Jornadas sobre Aplicación Clínica del conocimiento científico en la toma de decisiones de Atención Primaria organizadas por Semfyc en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido una verdadera gozada compartir con casi cien compañeros unos días en los que se nos ha enseñado


- A buscar la mejor información disponible para cuando nos hagamos preguntas clínicas susceptibles de ser contestadas con metodología de Medicina basada en la evidencia, lo cual debería ser relativamente frecuente ante muchos de nuestros pacientes. La llamada Medicina basada en la eminencia es, como mucha gente sabe, la que tiene menos calidad científica frente a un estudio bién diseñado para responder a una cuestión clínica ó epidemiológica ó de lo que sea. Por lo tanto deberíamos practicar más la escepticemia y ser más crítícos con nuestras prácticas , basadas habitualmente en nuestras experiencias (que a veces, no son más que el perpetuarse en el error) , y consultar a menudo la mejor evidencia disponible para un tratamiento , para dar un pronóstico ó valorar la probabilidad de un diagnóstico ó una complicación ,por poner ejemplos.


- A leer críticamente la literatura científica e intentar separar el grano de la paja en el mar de la información (el océano diría yo) que nos abruma. Los docentes, Itziar Pérez y Juanjo Sagarzazu nos lo revisaron con una paciencia y una maestría que es digna de elogio. Muchas gracias desde aquí

- A revisar algunas de las posibilidades de la Web 2.0 como los blogs, los agregadores RSS, las redes sociales, vídeos.......

En la jornada inaugural el maestro Rafa Bravo , al que tuve el placer de saludar personalmente, nos deleitó con una exposición fantástica y preñada de guiños cómicos acerca de la Toma de decisiones y uso adecuado de las intervenciones clínicas. En ella nos animó a utilizar la medicina basada en la evidencia cuanto antes en nuestro trabajo habitual, por dos razones: en primer lugar porque nos engancharemos a un carro imparable en su devenir , ya que en un futuro , esperamos que próximo, toda la medicina que se haga será basada en la evidencia como no puede ser de otra forma y en segundo lugar por nuestros pacientes que se merecen la mejor respuesta que podamos ofrecerles en el momento actual. Gracias maestro.


No se piense nadie que la Mecina basada en la evidencia reniega del valor de la experiencia. Al contrario , la MBE aboga por integrar la mejor evidencia disponible con la experiencia del profesional , el sentido común si la evidencia no es de calidad y TENIENDO EN CUENTA LA OPINIÓN DEL PACIENTE. Es decir intenta unificar Ciencia y Arte en la medicna


Yo , desde luego reconozco que militaba ya en este movimiento , pero después de este encuentro, me declaro ferviente defensor y para muestra un botón:




Si hablamos de neumonías como complicación de las infecciones respiratorias agudas, de 10.000 personas que padecen una infección respiratoria aguda, con menos de 65 años:
-9993 personas no desarrollarán una neumonía después de una infección respiratoria aguda, independientemente de tomar o no antibióticos.
- 2 personas no desarrollarán una neumonía de una infección respiratoria aguda gracias al antibiótico.
- 5 personas sí desarrollarán una neumonía de una infección respiratoria aguda, independientemente de tomar o no antibióticos.


Es decir que necesitariamos tratar a 1520 personas con una infección respiratoria aguda con un antibiótico para evitar una neumonía. Para tenerlo en cuenta ¿no ?


domingo, 9 de agosto de 2009

Medicina de Familia Rural



Ayer estaba saliente de guardia. La noche había sido algo movidilla con algunos niños con fiebre con excelente estado general y la madre con aspecto de preocupada como es "su obligación", algún traumatismo que requirió unos puntitos de sutura y a las 5 y cuarto un señor desplazado de la Comunidad de Madrid que había sufrido una caída desde una escalera , fracturándose una vértebra , hacía 48 horas y tenía un dolor severo (éste sí que era un aviso para llamar a las 5 de la mañana) , pero que le habían dado de alta en 24 horas porque en el hospital, para variar, estaban faltos de camas. Tras valorarlo , tenía un dolor severo como de 9 en la escala analógica, tenía microhematuria que no figuraba en el informe de alta, estaba estable hemodinámicamente y en la ecografía (tengo la suerte de disponer de un ecógrafo portátil, que es utilísimo en la valoración de pacientes como éste, y se puede llevar al domicilio del enfermo) tenía una pequeña ectasia piélica en el riñón izquierdo sin apreciarse hematoma perirrenal ni fractura renal. La familia decía que no le daban el Nolotil , que se le había pautado porque no sé quién había dicho que le podía bajar la tensión y "claro como tiene 124/75 no vaya a ser que"...... Dado que estábamos en la madrugada de un sábado y todos sabemos cómo funciona el hospital y como que teníamos bastante margen de maniobra decidimos indicarle a la familia que no se agobiaran con la idea distorsionada ( ¡cuánto sufre la gente con ideas distorsionadas fruto de la iatrogenia verbal!) del Nolotil y que se lo dieran cada 6 horas incluso con la posibilidad de administrarle 2 cápsulas juntas cada 6 horas. Si aparecieran fiebre ó hematuria franca deberían acudir de nuevo al hospital.
Nuestra vuelta al centro de salud , dado que el aviso antedicho había sido en una aldea distante 8 Km del centro, fué sobre las 7,15 de la mañana ,por lo que ya decidimos que lo mejor era tomar un buén café y bromear con alguna anécdota que recordáramos.

El relevo llegó a las 8 en punto, justo a la vez que la empleada de la limpieza, que me dijo que una paciente mía, de 86 años, que estaba ingresada con una Angina de Ludwig (en los pueblos también hay patología, y muy variada) había fallecido por complicaciones renales. El llevar 26 años en un pueblo te permite conocer a varias generaciones de personas y ésta paciente era una de mis pacientes veteranas, a las que aprecio especialmente, con la que había compartido momentos gratos y otros no tanto. Conocí a su marido, también paciente mío hasta que falleció, conozco a sus hijos y nietos, y había hablado con ella innumerables veces de lo divino y de lo humano. Últimamente su memoria iba debilitándose, como es natural, lo que a veces es una bendición para algunas cosas. Su confianza en mí , me dijo la hija en el tanatorio, le hacía pensar que ,en su delirio en el hospital, todos los médicos eran D. Antonio........¡Qué suerte para mí haber sido su médico!


Cuando ya salía del centro para irme a casa, las campanas de la iglesia del pueblo "tocaron a muerto" por mi paciente fallecida. En los pueblos, no sólo no se oculta la muerte como en las ciudades sino que las campanas de la iglesia, esas que tocan en todos los acontecimientos del año, también emiten un último lamento público por una persona que se va. Es un sonido triste, pero también una llamada de recuerdo a todos sobre la temporalidad de nuestra vida.Todos los habitantes del pueblo saben que un día doblarán por ellos.

Entonces pasé por una calle donde había visto a otro paciente el día anterior, que no es de mi cupo pero al que conozco desde hace muchos años, por una somnolencia excesiva, que le impedía tragar alimentos y medicación ,con un Alzheimer y un Parkinson muy evolucionados, encamado permanentemente y con una esposa de más de 80 años que le sigue dedicando unos cuidados primorosos. Durante mi visita del día anterior le indiqué que no le diera la Risperidona(que en teoría está contraindicada en el Parkinson) para ver si podría volver a tragar la alimentación blanda que le dan habitualmente. Mi sorpresa fué monumental al ver a Vicente despierto, sonriente y deglutiendo el desayuno como un niño feliz. Su esposa estaba radiante al ver que podía seguir administrándole sus cuidados y ya cuando me iba le preguntó : "Vicente , ¿sabes quién es éste"? . Vicente no decía nada, sólo me echaba sonrisas..... Vicente, le dijo su esposa, es D. Anto................. ¡D. Antonio! respondió Vicente como movido por un resorte oculto en su cerebro ya muy deteriorado.

Soy un médico afortunado me dije, en mi camino de vuelta a casa.

miércoles, 8 de julio de 2009

Sin novedad en el frente


Esta reflexión fué publicada en un Escepticemia del 2006 y la he releido tras haber estando hojeando hoy artículos antiguos para mi archivo. Como vereis , la fecha bién pudiera ser de hoy mismo , ya que el artículo tiene plena vigencia. Podríamos preguntarnos ¿Quo Vadis , Atención Primaria? . Claro que los que tenían que preguntárselo son los políticos responsables de la falta de inversiones en A. Primaria y que la han dejado en caída libre. No obstante, el final del artículo refleja una esperanza que nos alienta a muchos a no cejar en el empeño de intentar mejorar día a día.
El artículo dice así:

Sobre la carencia de médicos y la devaluación de la profesión:
Las niñas quieren ser sobre todo maestras y veterinarias, pero al menos a un pequeño porcentaje les gustaría ser médicas; en cambio, los niños no se ven a sí mismos como médicos, sino como futbolistas, pilotos de Fórmula 1 y otras figuras de relevancia mediática. En general, los hijos de médicos ya no aspiran a la profesión de sus padres, y éstos tampoco se la aconsejan a sus hijos. Hay una paulatina deserción de las profesiones sanitarias que tiene que ver con el creciente descontento profesional, la falta de reconocimiento social y de realización personal, la insuficiente remuneración, el cansancio emocional, los problemas de formación, la entrada de médicos menos preparados de otros países, la medicalización creciente de la vida cotidiana, las presiones de los enfermos, la globalización de la salud y su creciente consideración como un producto de consumo más y otros muchos y diversos factores que han hecho cotizar a la baja la figura del profesional de la salud. En sólo unas décadas la medicina ha perdido su tradicional prestigio, y se encamina hacia una situación deficitaria de profesionales. Con el envejecimiento de la población, la inmigración y la creciente demanda de prestaciones, y mientras todavía se siguen haciendo contratos por unas horas para cubrir una guardia, ya se empieza notar una cierta carestía de médicos, sobre todo de los bien formados, y una inquietud por el futuro de las profesión.
Con distintos grados y matices, este fenómeno afecta a todas las sociedades desarrolladas. Y esta escasez de médicos y sanitarios es un problema todavía más acuciante a nivel mundial. Como refleja The World Health Report de 2006 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el déficit de recursos humanos en todo el mundo es uno de los grandes problemas de salud a escala global. La OMS estima que hacen falta de forma urgente más de cuatro millones de profesionales sanitarios en 57 países, 36 de ellos subsaharianos, para atender necesidades de salud básicas. Los datos de la OMS indican que estamos ante una enorme crisis de recursos humanos y justifican la elección de este tema para dar contenido a su día mundial de la salud, que se celebra el 7 de abril de cada año desde 1950. Aunque nada tienen que ver los problemas de salud de los países ricos con los de los pobres, unos y otros se enfrentan a una crisis de recursos humanos. En todas partes, la medicina se perfila hoy como una profesión difícil y sacrificada, pero a la vez sigue siendo una profesión fascinante. Quizá ahora más que nunca. A pesar de todos los pesares, no se ha deshumanizado gravemente ni siquiera en las sociedades más tecnológicas y complejas. Y además, como reflejan las revistas médicas, tiene ahora mayor vigor intelectual que nunca. Lo que se echa en falta es un mayor apoyo político y social a los médicos y otros profesionales que se dedican al cuidado de la salud. Eso sería lo inteligente, porque como dice el médico Armand Grau “una sociedad inteligente cuida a sus cuidadores”.

sábado, 4 de julio de 2009

¿Es importante tener conocimientos de Ética Médica?


En las últimas semanas , muchos de vosotros habreis recibido vía e-mail, ofrecimientos de una supuesta empresa de estudios "científicos" , para que participeis en estudios sobre Diabetes , OSteoporosis, Tabaquismo........., rellenando encuestas que remuneran con cantidades variables, según el tiempo promedio que calculan te cuesta rellenar .

Esto me ha recordado un ejemplo que se cita en el Manual de Ética de la Aociación médica Mundial que teneis disponible en este link y que se pregunta ,al inicio, el motivo por el que la ética médica no figura en los curriculum de medicina:

“Mientras el médico tenga conocimientos y experiencia, la ética no
importa.”
“La ética se aprende en la familia, no en la escuela de medicina.”
“La ética médica se aprende observando cómo se desempeñan los médicos más antiguos, no de los libros o charlas”.
“La ética es importante, pero nuestros currículos ya están sobrecargados y no hay más horas para la enseñanza de la ética.”
Estas son algunas de las razones para no dar más importancia a la ética en el currículo de las escuelas de medicina. Cada una es en parte válida, pero sólo en parte. Cada vez más en el mundo
las escuelas de medicina se dan cuenta que es necesario entregar a sus estudiantes el tiempo y los recursos apropiados para la enseñanza de la ética. Organizaciones como la Asociación Médica
Mundial y la Federación Mundial para la Educación Médica las han instado con insistencia para que tomen medidas en este sentido.


La bioética nace con el profesor de oncología de la Universidad de Wisconsin, Van Rensselaer Potter que utilizó el neologismo "Bioética", hace poco más de treinta años, convencido de que “(…) la ciencia sin conciencia no conduce sino a la ruina del hombre.”











Así pués , el tema de hoy sería:

El Dr. R, médico generalista en un pequeño pueblo rural, ha sido contactado por una organización de investigación por contrato (OIC) para participar en un ensayo clínico de un nuevo antiinflamatorio no esteroideo (AINE) para la osteoartritis. Le ofrecen una cantidad de dinero por cada paciente que inscriba en el ensayo. El representante de la organización le asegura que el ensayo cuenta con todas las autorizaciones necesarias, incluida la del comité de revisión ética. El Dr. R. nunca ha participado en un ensayo antes y está contento de tener esta oportunidad, en especial con dinero extra, por lo que acepta sin averiguar más sobre los aspectos científicos y éticos del ensayo.

¿Y tú qué harías?

lunes, 4 de mayo de 2009

Requisitos para ser tutor de Residentes de M. Familiar


Los requisitos para ser acreditado como tutor de residentes de Medicina de Familia, están bién explicitados en las recomendaciones de la Comisión Nacional de la Especialidad. A saber:


- Especialista en MFyC con titulo reconocido a nivel del Ministerio de Educación y Ciencia, con validez en la Unión Europea. Elemental ¿no?

- Experiencia profesional de al menos un año en su centro de salud. Se valora la titularidad en la plaza ya que garantiza la continuidad en el desarrollo de la actividad. También elemental, ¿verdad ?

- Conocer el programa de la Especialidad de Medicina Familiar. Esto también es elemental , si no fuera porque el programa actual es un tocho de 143 páginas que exige un esfuerzo de síntesis y de lectura que ya "acredita" al que termine de leérselo. Pero en líneas generales tiene sentido común y se ha hecho un esfuerzo encomiable que merece la pena aprovechar.además si no conoces el programa es difícil que sepas lo que el residente debe aprender .
- Participar en actividades de formación continuada, investigación y mejora de la calidad. ¿además de todo lo que hacemos?
- Ejercer en un EAP acreditado y con unas condiciones de trabajo adecuadas ( acceso amplio a pruebas complementarias, presión asistencial 30 pacientes por día, colaboración del resto del equipo). Esto ya es otro cantar: ¿realmente cree alguién que en el actual contexto de presión asistencial, con las plantillas en cuadro y con agendas de 5 minutos por paciente se cumple este requisisto?. ¿Qué se entiende por acceso amplio a pruebas complementarias: el poder pedir analíticas, placas simples ó ecografías y de ninguna manera TAC ,RMN ó endoscopias? ¿Y lo de las condiciones de trabajo adecuadas incluye que se pueda hacer investigación en tu horario laboral ? ¿Cuándo, entonces? ¿Y cuantas horas es razonable dedicar a docencia?

La realidad es que se han estado formando decenas de generaciones de médicos de familia en centros como el que yo trabajo, con agendas de 70 pacientes diarios (hay muchos días que son más) sin tiempo para la investigación, que se ha realizado con un esfuerzo ingente por parte de residentes y tutores casi sin apoyo de las gerencias salvo excepciones. La realidad es que la docencia en A. Primaria también debe salvar escollos y "aire en contra" durante demasiado tiempo y no se ha hecho apenas nada para que esto mejore desde las gerencias y responsables de docencia que deben estar involucradas en este asunto. Es más, hemos tenido que dedicar días de libre disposición ,de nuestros "moscosos" para acudir a algún congreso, cuando no presentábamos ninguna comunicación, como si fuéramos a hacer turismo en nuestro propio beneficio.


Y la mayoría de estos tutores, entre los que me cuento, que han formado residentes durante muchos años, ¿dejaremos ahora de estar acreditados, si se aplican "strictu sensu" estos criterios, para penalizarnos por no tener 30 pacientes al día en las agendas, cuando desde las gerencias se presiona para que la demora, descomunal y alentada por los políticos de turno,sea de cero días?
Cosas veredes amigo Sancho.............

jueves, 23 de abril de 2009

Urge prestigiar al médico de familia.


En la tercera de el diario El mundo, es decir entre sus editoriales de hoy figura éste que da título al post. Dice textualmente:

DEFICIT DE VOCACIONES
Urge prestigiar al médico de familia
23.04.2009
"LA MEDICINA FAMILIAR es la base sobre la que se asienta la Sanidad española, pero se tambalea. Son tan pocas las vocaciones que en los últimos años se han quedado plazas sin cubrir. Entre las razones de su desprestigio están los bajos salarios, el exceso de pacientes o un escaso reconocimiento social cuando se la compara con otras especialidades. Este desprestigio resulta sangrante, pues es la atención primaria la que tiene una concepción global y humanista de la salud y por eso resuelve los problemas de la mayoría de ciudadanos sin tener que derivarlos a un especialista hospitalario. Urge por ello que el Ministerio y las Autonomías hagan lo que esté en su mano para prestigiar al médico de familia, con mejores sueldos, más tiempo por paciente o su inclusión como materia troncal en las Facultades ."
Ya están, pues, sonando voces de alarma sobre lo que se avecina para el Sistema Nacional de Salud, que siendo Universal en su accesibilidad no cuida , sino que PENALIZA, al Médico de Familia ,condenándolo al desprestigio entre los propios médicos que terminan sus estudios.

Prácticamente todas las opiniones que se leen estos días coinciden en señalar como causas: los bajos salarios, respecto a sus homólogos europeos, incluyendo Grecia y Portugal , y sin embargo no he oído a nadie responsable del asunto decir nada al respecto ,porque como estamos en crisis debe quedar mal ,políticamente, pronunciarse en este sentido. Incluso , la propia recién nombrada Ministra de Sanidad sí que se ha pronunciado , pero justo en sentido contrario, porque así queda mejor de cara a sus votantes aunque quede como "Cagancho en Almagro" frente a los médicos a los que representa, porque como en definitiva somos menos en votos...

Con razón ha dicho que "su gran apuesta" será mejorar las Políticas Sociales , porque lo que se dice la Política Sanitaria no creo que la mejore con declaraciones similares.

Otra de las causas invocadas para esta "huida" de los jóvenes recién licenciados es la masificación asistencial y yo tampoco oigo ninguna voz que hable del tema para decir qué soluciones van a poner en marcha. Es más , vengo oyendo últimamente que hay gerencias de A. Primaria que van a incentivar el año próximo el NO TENER LISTA DE ESPERA EN PRIMARIA.
Es decir que callan como enanos ante las infames listas de espera en algunos servicios hospitalarios y ante las famosas peonadas que suponen ingresos millonarios para algunos, y ante las agendas que tenemos de un paciente cada cinco minutos, a estos ineptos se les ocurre gastarse el dinero público en que veamos a un paciente cada uno ,dos ó tres minutos. Eso sí , luego hacen programas de calidad asistencial y se quedan tan anchos presumiendo de ello ante los que ignoran lo que hacen. Tampoco he oido a las llamadas Sociedades Científicas, que dicen representarnos, decir nada ó casi nada al respecto que no sean declaraciones de buenas intenciones y mendigar de las Autoridades Regionales y Nacionales un mejor trato que siempre prometen y nunca llega.


En fín que entiendo perfectamente, yo, que llevo 26 años con mi plaza por oposición nacional en un pueblo manchego de 5600 habitantes, y tengo cada día un listado de entre 70 y 90 pacientes a los que atender a demanda, más 4 ó 5 Programados y 3 ó 4 avisos a domicilio para hacer a las 4 de la tarde cuando he terminado de ver la demanda, que haya médicosque ante ese panorama durante los próximos 26 años de su vida , decidan elegir mayoritariamente otra especialidad. Y eso que encima soy de los médicos "Vip" que hacen docencia con residentes y publicamos ó "comunicamos" algo de vez en cuando en algún congreso de la especialidad, eso sí, a costa de sacrificar nuestro tiempo libre y familiar al que debe ser que no tenemos derecho,si queremos intentar mantenernos con cierto nivel de competencias.
Qué decir del tema de las nuevas tecnologías y del acceso a más pruebas complementarias, tan largamente reivindicado como largamente no peleado por nuestros gerentes y por supuesto , no concedido por los incompetentes que ocupan altos cargos de representación de la Primaria en las Consejerias Autonómicas. Aún seguimos teniendo que enviar al paciente a Cirugia Vascular para que le prescriban unas medias de compresión normal, ó al Neurólogo para que prescriba risperidona para un paciente con Alzheimer y alts de conducta en el entorno familiar.

Pero además , como aguantamos carros y carretas sin apenas mover un dedo al respecto, y cundo nos movemos lo hacemos sólo unos pocos "locos vocacionales", lo único que inspiramos es lástima, no prestigio ni ejemplo a seguir.

A pesar de todo , sigo creyendo que aún es posible. Yo estoy dispuesto a seguir luchando .¿Y tú?

jueves, 2 de abril de 2009

Día 2 de Abril. Día Mundial del Autismo

En mi cupo , de 1800 personas, en un medio rural tengo 4 niños autistas ....y 4 familias con un niño autista. Recuerdo el impacto brutal del diagnóstico en cada una de ellas, la reacción inicial de negación, el hundimiento inicial cuando creen que no podrán relacionarse con otras familias con niños sanos , el trastorno adaptativo que sufren varios miembros de la familia durante el cual tu apoyo es crucial, y finalmente cuando deciden organizarse y adaptarse al problema ayudando todos al miembro de su familia afectado y ayudarse entre ellos mismos. Son un hermoso ejemplo de lucha diaria por la dignidad y el desarrollo de las personas, son un ejemplo de entrega generosa y total en busca de un futuro mejor para su hijo ó hermano/a.
A ellos mi admiración y agradecimiento por enseñarnos a ver la vida de otra forma, con esperanza y optimismo, cambiándo el ¿porqué a mí ? incial ,por el ¿porqué no me iba a tocar a mí? admirable que significa una actitud a imitar en otros órdenes de la vida.
Este vídeo trata de sensibilizarnos sobre este tema que supone ,como otros , un reto para todos, al que debemos dar respuesta. Ellos y sus familis lo merecen :



lunes, 2 de junio de 2008

Niños


Me cuentan que esta tarde en un pueblo cercano a C.Real hay una manifestación de madres para exigir que los niños sean vistos exclusivamente por pediatras (http://www.eldiadeciudadreal.com/noticia.php/8310). Esas madres al parecer piensan que si sus hijos son vistos por médicos de familia en la guardia o en una consulta, cuando sustituyen a un pediatra, reciben una asistencia devaluada, de peor calidad. Me temo que esto lleva muchos años alentándose desde los medios de comunicación de forma explícita o implícita muchas veces como consecuencia de campañas que parten de ámbitos profesionales.


Creo que esta situación tiene consecuencias gravísimas e inmediatas en el plano personal para los médicos de familia que atendemos niños. La expectativa de los padres es primordial para establecer una relación asistencial adecuada y para no sufrir de forma sistemática asignaciones de culpa infundadas cuando se complican las cosas. Todos sabemos que algo tan frecuente como un síndrome viral puede complicarse sin que nadie haya cometido ningún error, pero la familia puede achacarlo a falta de formación si viene predispuesta. Y eso en el mejor de los casos crea situaciones sumamente desagradables que afectan mucho emocionalmente. En el peor puede generar demandas o agresiones.

Ante esto planteo las siguientes cuestiones:

1. Los médicos de familia deberíamos tener claro que ver niños es una competencia de nuestra especialidad que como sabemos, y debería saber todo el mundo, es una especialidad transversal que incluye diversas parcelas que interseccionan con las de las otras especialidades. En esa zona de intersección la competencia debería ser la misma. Así en principio, con una formación supuestamente adecuada en ambos casos, un médico de familia y un pediatra pueden atender, por ejemplo, una crisis asmática leve o moderada con el mismo nivel de competencia. Igual ocurre con una otitis o una amigdalitis. Que igualmente podría tratar con el mismo nivel de competencia un otorrino. Y así podríamos seguir hasta completar todo el programa de la especialidad. Por tanto tenemos que internalizar que somos no solo legalmente competentes, que lo somos, sino profesionalmente competentes. Esto tendríamos que ser capaces de proyectarlo a la sociedad a través de nuestras sociedades científicas utilizando de forma adecuada los medios de comunicación. Pero también nuestra empresa debería expresarlo de forma clara a la población recalcando que la asistencia que podemos prestar no es de inferior calidad si se nos dan los recursos de tiempo adecuados, lo que en muchas ocasiones no ha ocurrido y ha propiciado que se devalúe nuestra práctica y nuestro prestigio.

2. La organización del SNS se ha inclinado porque los niños por debajo de 14 niños sean vistos por pediatras. Nada que objetar. El problema es que no hay pediatras suficientes y además los pediatras no quieren hacer guardias en atención primaria y además quieren irse de vacaciones. Entonces el hecho es que muchas plazas de pediatría y todas las guardias están cubiertas por médicos de familia. Incluso en la puerta del hospital también ven niños médicos de familia que también están bajo sospecha. Todo esto debería ser visto como una gran contribución que hacemos al sistema, que ya hicimos en el pasado (los médicos titulares atendimos niños durante décadas en el último pueblo de este país) pero el hecho es que nadie nos lo ha agradecido. Al contrario se nos ha tratado y se nos trata como impostores por todos los estamentos. Sin embargo nosotros no tenemos la culpa de la organización del sistema, ni de la falta de planificación en la formación de especialistas. Nos obligan de hecho a cubrir esas plazas, a ver a esos niños, a hacer esas guardias. Curiosamente no se obliga a los pediatras a hacer guardias cuando, por ejemplo, en el PAC de C.Real el 27% de la demanda que atendemos son niños.

3. Considero que alguna vez tendríamos que plantarnos y plantear una lucha de poder en serio.

3.1. Deberíamos exigir que nuestros compañeros pediatras dijeran claramente a la población lo que he expresado anteriormente: que somos competentes para ver niños en el escenario ambulatorio. Y que confíen en nosotros porque ELLOS NOS HAN FORMADO (en el hospital, en el centro de salud) y se hacen responsables de nuestra formación.

3.2. Deberíamos exigir que la administración clarificara la misma cosa con campañas públicas de impacto (no con la boca pequeña) y que propiciara los medios para ver a los niños adecuadamente, es decir con tiempo. Eso puede no ocurrir en muchas ocasiones cuando se acumulan consultas o en otras circunstancias. Igualmente debería obligar a los pediatras a hacer guardias, más cuando faltan médicos, igual que nos obliga a nosotros: por necesidades del servicio.

3.3. Si esto no ocurre así y se perpetua esta situación creo que deberíamos plantearnos en serio medidas de presión. Si todos los niños tienen que ser visto por pediatras las 24 horas del día que lo sean. Nosotros lo podríamos propiciar. Ya veríamos cuanto aguantaba el sistema.


Mi solidaridad con los compañeros médicos de familia de ese pueblo de C.Real.

Y que no se enfaden conmigo mis amigos pediatras. Deberían comprender que estamos en el mismo barco. Y la atención primaria no es el mejor barco, mas bien una zodiac amenazada por muchos tiburones.