El gran Boris Cyrulnik es el creador del concepto de Resiliencia y lo ilustra maravillosamente con la historia de los picapedreros:
"El bienestar es físico. Uno se siente bien cuando todas sus necesidades están cubiertas. Se trata de una sensación inmediata. La felicidad, en cambio, es el resultado de una representación, de una esperanza, de un proyecto de existencia y se construye siempre en el encuentro con el otro. Para ilustrar esta diferencia, siempre cuento la historia de los picapedreros:
Paseo por un camino y veo a un hombre que está picando piedras. Hace muecas y sufre. Me explica que su oficio es idiota y que el trabajo muscular le hace mal.
Más allá, un segundo picapedrero parece más apacible. Golpea tranquilamente la piedra y me dice que es un oficio al aire libre y que le basta para ganarse la vida.
Un poco más allá, un tercer hombre pica piedras en éxtasis. Está radiante y sonríe. Me explica que el hecho de picar piedras lo hace muy feliz porque piensa que está construyendo una catedral. Aquellos que tienen una catedral en su cabeza son felices, aquellos que se contentan con lo inmediato sienten bienestar y aquellos que se desesperan por no tener otro oficio son desdichados.
El gesto es igual en los tres casos pero es el significado del gesto lo que los vuelve felices o desdichados"
La Utopía
Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar.
(Ventana sobre la Utopia. Eduardo Galeano.
CREO EN LA UTOPIA PORQUE LA REALIDAD ME PARECE IMPOSIBLE
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar.
(Ventana sobre la Utopia. Eduardo Galeano.
CREO EN LA UTOPIA PORQUE LA REALIDAD ME PARECE IMPOSIBLE
jueves, 25 de agosto de 2011
Sólo 15 minutos al día de Ejercicio son suficientes
-En The Lancet se publica un estudio que indica que una actividad física de sólo 90 minutos a la semana es suficiente para disminuir la mortalidad:
Métodos
En este estudio prospectivo de cohortes 416.175 individuos (199.265 varones y 216.910 mujeres) participaron en un programa de cribado médico estándar en Taiwán entre 1996 y 2008, con un periodo medio de seguimiento de 8,05 años (DE 4,21). Según la cantidad de ejercicio semanal indicada en un cuestionario cumplimentado por los propios participantes, estos se incluyeron en cinco categorías de niveles de ejercicio: inactivo o con actividad baja, media, alta o muy alta. Se calcularon los cocientes de riesgos instantáneos (CRI) correspondientes a riesgos de mortalidad para cada grupo en comparación con el grupo inactivo y una esperanza de vida calculada para cada grupo.
Conclusiones
En comparación con los individuos del grupo inactivo, los pertenecientes al grupo de bajo nivel de actividad, que realizaban un nivel medio de ejercicio de 92 min a la semana (IC del 95% de 71 - 112) o 15 min al día (DE 1,8), presentaron un 14% de reducción del riesgo de mortalidad por todas las causas (0,86; 0,81 - 0,91) y 3 años más de esperanza de vida. Cada 15 min de ejercicio diario adicionales a la cantidad mínima de 15 min diarios, se reducía la mortalidad por todas las causas en un 4% (IC del 95% 2,5 - 7,0) y la mortalidad por todos los tipos de cáncer en un 1% (0,3 - 4,5). Estos beneficios se podían aplicar a todos los grupos de edad y a ambos sexos, así como a aquellos que presentaban riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares. Los individuos que eran inactivos presentaron un aumento del 17% (CRI de 1,17; IC del 95% de 1,10 - 1,24) en el riesgo de mortalidad en comparación con los individuos del grupo de bajo nivel de actividad.
Interpretación
Realizar ejercicio entre moderado e intenso durante 15 min al día o 90 min a la semana podría resultar beneficiosos, incluso para aquellos individuos con riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Wen CP, Wai JPM, Tsai MK, et al. Minimum amount of physical activity for reduced mortality and extended life expectancy: a prospective cohort study. The Lancet. 2011; DOI:10.1016/S0140-6736(11)60749-6.
Métodos
En este estudio prospectivo de cohortes 416.175 individuos (199.265 varones y 216.910 mujeres) participaron en un programa de cribado médico estándar en Taiwán entre 1996 y 2008, con un periodo medio de seguimiento de 8,05 años (DE 4,21). Según la cantidad de ejercicio semanal indicada en un cuestionario cumplimentado por los propios participantes, estos se incluyeron en cinco categorías de niveles de ejercicio: inactivo o con actividad baja, media, alta o muy alta. Se calcularon los cocientes de riesgos instantáneos (CRI) correspondientes a riesgos de mortalidad para cada grupo en comparación con el grupo inactivo y una esperanza de vida calculada para cada grupo.
Conclusiones
En comparación con los individuos del grupo inactivo, los pertenecientes al grupo de bajo nivel de actividad, que realizaban un nivel medio de ejercicio de 92 min a la semana (IC del 95% de 71 - 112) o 15 min al día (DE 1,8), presentaron un 14% de reducción del riesgo de mortalidad por todas las causas (0,86; 0,81 - 0,91) y 3 años más de esperanza de vida. Cada 15 min de ejercicio diario adicionales a la cantidad mínima de 15 min diarios, se reducía la mortalidad por todas las causas en un 4% (IC del 95% 2,5 - 7,0) y la mortalidad por todos los tipos de cáncer en un 1% (0,3 - 4,5). Estos beneficios se podían aplicar a todos los grupos de edad y a ambos sexos, así como a aquellos que presentaban riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares. Los individuos que eran inactivos presentaron un aumento del 17% (CRI de 1,17; IC del 95% de 1,10 - 1,24) en el riesgo de mortalidad en comparación con los individuos del grupo de bajo nivel de actividad.
Interpretación
Realizar ejercicio entre moderado e intenso durante 15 min al día o 90 min a la semana podría resultar beneficiosos, incluso para aquellos individuos con riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Wen CP, Wai JPM, Tsai MK, et al. Minimum amount of physical activity for reduced mortality and extended life expectancy: a prospective cohort study. The Lancet. 2011; DOI:10.1016/S0140-6736(11)60749-6.
miércoles, 24 de agosto de 2011
Obesidad: Causa y Solución
CAUSA
- Ya se porque estoy gordo/a , decía un paciente en la consulta:
! El shampoo que uso para bañarme dice:
"PARA DAR CUERPO Y VOLUMEN ".
SOLUCION
- Voy a empezar a usar el detergente para lavavajillas que dice:
"DISUELVE LA GRASA, HASTA LA MAS DIFICIL DE REMOVER"
- Ya se porque estoy gordo/a , decía un paciente en la consulta:
! El shampoo que uso para bañarme dice:
"PARA DAR CUERPO Y VOLUMEN ".
SOLUCION
- Voy a empezar a usar el detergente para lavavajillas que dice:
"DISUELVE LA GRASA, HASTA LA MAS DIFICIL DE REMOVER"
martes, 23 de agosto de 2011
Presión Arterial en Ancianos: Ni mucho ni poco sino todo lo contrario
- Ya vamos estando acostumbrados, afortunadamente, a que los estudios demuestren lo que el sentido común nos dictaba. Ya ocurrió con el estudio Accord que nos vino a recordar los inconvenientes de ser un taliban de el control estricto de la Diabetes , con el estudio Affirm sobre la fibrilación auricular y otros.
En Medicina Clínica se ha publicado un estudio , hace dos meses, que viene a decir que en pacientes de 80 años no es bueno pasarse ni tampoco no llegar. Es decir , ni tanto ni tan calvo , como dice un proverbio español.
Se trata de un estudio analítico observacional de 4 años de seguimiento de una cohorte de 323 individuos de más de 80 años de Martorell (Barcelona), analizando la relación entre presión arterial y mortalidad. Cifras de presión arterial sistólica inferiores a 130 mmHg se asociaron a mayor mortalidad. Los factores predictores más potentes fueron el diagnóstico previo de cardiopatía isquémica, la hipotensión ortostática y la dependencia para las actividades de la vida diaria.
Se observó una tasa de mortalidad de 14,5% / año. La mayoría de las muertes (60%) fue de causa cardiovascular. La mayor tasa de mortalidad (63,5%) fue para aquellos individuos con presión arterial sistólica (PAS) <130 mmHg. En cambio, la menor mortalidad (25,5%) se dio en el grupo de individuos con PAS de 140-159 mmHg (Hazard Ratio [HR] 0,39, intervalo de confianza [IC] 0,21-0, 72).
Ser mujer (HR 0,62, IC 0,39 a 0.97), la edad al inicio del estudio (HR 1,11, IC 1,04-1,18), los antecedentes de cardiopatía isquémica ( HR 2,14, IC 1,23-3,70), la hipotensión ortostática (HR 3,78, IC 1.88-7.60) y I'índex de Barthel (HR 0,97, IC 0,96 - 0,98) fueron factores independientes predictores de mortalidad.
En mayores de 80 años, la PA debe ser ni demasiado alta (> 160 mmHg) ni demasiado baja (<130 mmHg). También puede ser necesario actualizar las guías de práctica clínica.
En Medicina Clínica se ha publicado un estudio , hace dos meses, que viene a decir que en pacientes de 80 años no es bueno pasarse ni tampoco no llegar. Es decir , ni tanto ni tan calvo , como dice un proverbio español.
Se trata de un estudio analítico observacional de 4 años de seguimiento de una cohorte de 323 individuos de más de 80 años de Martorell (Barcelona), analizando la relación entre presión arterial y mortalidad. Cifras de presión arterial sistólica inferiores a 130 mmHg se asociaron a mayor mortalidad. Los factores predictores más potentes fueron el diagnóstico previo de cardiopatía isquémica, la hipotensión ortostática y la dependencia para las actividades de la vida diaria.
Se observó una tasa de mortalidad de 14,5% / año. La mayoría de las muertes (60%) fue de causa cardiovascular. La mayor tasa de mortalidad (63,5%) fue para aquellos individuos con presión arterial sistólica (PAS) <130 mmHg. En cambio, la menor mortalidad (25,5%) se dio en el grupo de individuos con PAS de 140-159 mmHg (Hazard Ratio [HR] 0,39, intervalo de confianza [IC] 0,21-0, 72).
Ser mujer (HR 0,62, IC 0,39 a 0.97), la edad al inicio del estudio (HR 1,11, IC 1,04-1,18), los antecedentes de cardiopatía isquémica ( HR 2,14, IC 1,23-3,70), la hipotensión ortostática (HR 3,78, IC 1.88-7.60) y I'índex de Barthel (HR 0,97, IC 0,96 - 0,98) fueron factores independientes predictores de mortalidad.
En mayores de 80 años, la PA debe ser ni demasiado alta (> 160 mmHg) ni demasiado baja (<130 mmHg). También puede ser necesario actualizar las guías de práctica clínica.
lunes, 22 de agosto de 2011
Metas Laborales
-Esta viñeta de Euler resume perfectamente la evolución de la búsqueda de trabajo en los últimos diez años:
De todas formas, la mejor técnica de encontrar empleo , hoy en día es la misma que siempre ha sido: los contactos sociales. Lo del Currículum es pura apariencia, desgraciadamente. Las últimas OPE lo demuestran
De todas formas, la mejor técnica de encontrar empleo , hoy en día es la misma que siempre ha sido: los contactos sociales. Lo del Currículum es pura apariencia, desgraciadamente. Las últimas OPE lo demuestran
miércoles, 17 de agosto de 2011
XII MESES, XII CAUSAS Agosto: relaciones con la Industria Farmacéutica; ¿se puede estar en la trinchera sin llenarse de barro hasta las rodillas?
Gema está terminando su primer día como estudiante en el centro de salud que le han asignado de prácticas; su tutor, Alberto, un médico de los de la época del inicio de la especialidad le parece un profesional muy competente con una especial capacidad para conectar con sus pacientes. Termina la consulta, pero aún quedan 2 horas para el final de la jornada laboral. En ese momento entra una mujer de unos 35 años, trajeada, (excesivamente) sonriente, que comienza a conversar con Alberto como si fueran grandes amigos. “Será una antigua compañera o la familiar de algún paciente”, piensa Gema para sus adentros, pero acto seguido empieza a hablarle de un nuevo medicamento…
La interacción entre la industria farmacéutica y los diferentes profesionales que forman el sistema sanitario (desde gestores hasta médicos y enfermeras -incluyendo estudiantes-) es algo que se ha instaurado en nuestra vida diaria con completa normalidad. En el caso que a nosotros nos atañe (el de los médicos), éstos han pasado a considerar a la industria farmacéutica no sólo como una investigadora y fabricante de medicamentos, sino incluso como un agente de formación sobre práctica clínica (no sólo medicamentos), girando esta relación entre los médicos y la industria en torno a un acto concreto: la visita médica. A pesar de que por ley el médico no está obligado a recibir a los representantes farmacéuticos, la amplia mayoría de éstos lo hace, ignorando, en gran medida, la influencia que esto tiene sobre su prescripción (aunque sí que reconozcan esta influencia en sus compañeros)(1).
En nuestra opinión, la relación entre la industria farmacéutica y los profesionales sanitarios tiene que estar regulada para poder responder con independencia (tanto clínica como formativa) a los intereses que rigen la acción de la industria, pudiendo ser estos intereses -económicos- muy dañinos para los pacientes, el sistema sanitario, nuestra práctica clínica y el desarrollo de la ciencia.
Los médicos que defienden la independencia del médico en sus relaciones con la industria no lo hacen motivados por un fundamentalismo ideológico, sino por el deseo de lograr una mejora en la calidad de la asistencia clínica y de la formación teórica, movidos por los resultados de los estudios que muestran que la influencia de la publicidad en la prescripción de los médicos es de mayor magnitud que la de los artículos científicos publicados en revistas médicas. (2)
Desde un punto de vista meramente operativo, la visita de los representantes a los médicos plantea tres problemas:
- Supone una merma en el tiempo que podría dedicarse a actividades de formación, investigación o docencia.
- El médico se hace eco de información sesgada (ocultación de estudios con resultados negativos, confección de escalas modificadas -y no veraces-, folletos publicitarios con afirmaciones erróneas -o fraudulentas-), promoviendo en los médicos una actitud pasiva frente a la búsqueda de información científica.
- La recepción de regalos por parte del médico puede suponer, según de qué se trate, una práctica en los límites de la legalidad según la Ley del Medicamento (a pesar de que Farmaindustria haya confeccionado un código autorregulador de buena conducta que en ocasiones no se ve cumplido).
La industria farmacéutica no es buena ni mala per se; es un motor del sistema sanitario y un eje imprescindible en lo que ha sido la mejora de la salud de la población en los últimos 50 años (aunque de menor impacto que el saneamiento de los espacios públicos o la generalización del acceso al agua potable, por ejemplo); por ello es esa vertiente investigadora la que debe ser potenciada (en la actualidad la inversión de las big-pharma en I+D es de un 15% frente al 40% dedicado a marketing), intentando evitar, regular y mantenerse independientes de las estrategias de ventas que puedan llevar a cabo para maximizar sus beneficios, tales como: (3)
- Promoción de enfermedades (disease mongering): mediante la medicalización de estados no patológicos (timidez, calvicie, menopausia) o tratando de bajar los umbrales diagnósticos y terapéuticos (por ejemplo, los objetivos de cifras tensionales o las cifras deseables de HbA1c en los pacientes diabéticos).
- Comercialización de fármacos “me too”: la generación de medicamentos que no suponen para la práctica ningún aporte significativo -y cuya investigación cuesta a la industria farmacéutica un 30% menos que si se tratara de una molécula innovadora- es una de las estrategias de la industria farmacéutica para maximizar beneficios y eludir los vencimientos de las patentes.
- Dinamización de la adopción de innovaciones farmacológicas: mediante cursos de formación, contratación de líderes de opinión, impregnación de las guías de práctica clínica, financiación de sociedades científicas y sociedades de pacientes…
Hoy en día, con el acceso a internet presente en la mayoría de nuestros domicilios y teléfonos móviles (aunque aún no en todas nuestras consultas), aludir a la necesidad de acceder a la formación que proporciona la industria farmacéutica para perpetuar la actual relación con la misma parece un argumento ciertamente pobre y superficial; multitud de iniciativas institucionales (CKS, NICE, Boletines de Información Terapéutica) y no institucionales (listas de correo electrónico, blogosfera sanitaria, seminarios independientes) han surgido ofreciendo a los profesionales sanitarios fuentes de información veraz, contrastable e independiente de intereses económicos.
Pero no sólo los médicos son objeto de relaciones con la industria farmacéutica que deberían ser reguladas; desde estudiantes hasta gestores de centros sanitarios y consejeros/ministros de sanidad mantienen relaciones que ponen en entredicho su independencia a la hora de la toma de decisiones. En el caso de los estudiantes, los estudios publicados muestran que un elevado porcentaje de los mismos han tenido algún contacto promocional con la industria farmacéutica, mostrándose más conscientes de la influencia que esto puede tener sobre su futura prescripción que los médicos ya licenciados; en el año 2006 JAMA (4) publicó un artículo en el que se realizaban algunas recomendaciones sobre las relaciones que las universidades debían tener con la industria farmacéutica en lo relativo a la formación de pregrado (aplicable tanto a estudiantes como a profesorado); en dicho artículo se decía lo siguiente:
“More stringent regulation is necessary, including the elimination or modification of common practices related to small gifts, pharmaceutical samples, continuing medical education, funds for physician travel, speakers bureaus, ghostwriting, and consulting and research contracts”
[“Es necesaria una regulación más estricta que incluya la modificación o eliminación de prácticas habituales relacionadas con pequeños obsequios, muestras de productos farmacéuticos, formación médica continuada, subvención de viajes, agendas de conferenciantes, publicación de artículos con firma fantasma, contratos de consultoría e investigación”]
La formación universitaria debe caracterizarse por la formación de un espíritu crítico que se aleje de los intereses empresariales y capacite a los futuros médicos para generar un entorno formativo con capacidad de crítica (incluyendo comprensión de información científica, uso racional del medicamento, habilidades comunicativas -in situ y en red-,…) que se pueda perpetuar durante sus años de ejercicio profesional, sin verse directa o indirectamente condicionados por aquellos agentes que puedan tener, en ocasiones, intereses muy diferentes a los de los estudiantes, médicos y/o pacientes.
En resumen, es necesario que la transparencia permeabilice nuestras relaciones con la industria farmacéutica; hay que transformar los espacios actualmente reservados a la “visita médica” en tiempo para dedicar a la formación, docencia e investigación, fomentando, por encima de todo, una actitud crítica e independiente en nuestro trabajo diario. Cambiar la práctica clínica es una tarea difícil, y mejorar los hábitos de prescripción, un reto; pero aprender a hacer las cosas bien desde el principio, es algo que debería estar en nuestras manos.
En ocasiones la mejor forma de generar sinergias (palabra de moda) es dedicarse a lo que uno mejor sabe hacer: la industria farmacéutica a diseñar, fabricar y comercializar fármacos innovadores frente a los mayores problemas de salud de la población; los médicos a tratar de mejorar la salud de su población mediante una buena práctica clínica empática basada en una formación crítica e independiente.
AUTORES (p.o. alfabético)
Javier Padilla. MIR Medicina Familiar y Comunitaria. Co-autor de medicocritico . Miembro de NoGracias. [@javierpadillab]
June Udaondo. Médico. R0 de quién-sabe-qué. (co)coordinadora de Farmacriticxs. Recién incorporada a medicocritico [@Txun_Lee]
COLABORADORES (p.o. alfabético)
Montse Bosch y Roser Llop (@sietes7). Fundació Institut Català de Farmacologia Barcelona
MATERIALES COMPLEMENTARIOS.
Decálogo para una formación independiente. Udaondo J. Padilla J. [formato PDF]
martes, 16 de agosto de 2011
¿Qué es el Stress?
-Un profesor en su universidad cuando explicaba el “estrés” a sus alumnos, levantaba una copa de agua en el aire y preguntaba “¿cuánto pesa este vaso de agua?”. Los alumnos decían que aproximamente entre 20g y 500g.
El profesor contestaba: “el peso no es lo que cuenta, lo importante es cuánto tiempo eres capaz de aguantar esta misma copa de agua. Después de una hora, te dolerá el brazo derecho, y si es un día, probablemente tendrás que llamar a una ambulancia”.
.
No importa el peso absoluto. Depende de cuánto TIEMPO voy a sostenerlo. Si lo sostengo por un minuto, no pasa nada. Si lo sostengo durante una hora, tendré un DOLOR en mi brazo. Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar una ambulancia. Pero es exactamente el MISMO peso, pero entre más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo. Si cargamos nuestros PESARES, RENCORES u ODIOS todo el tiempo, luego, más temprano o más tarde, ya no seremos capaces de continuar, la carga se irá volviendo cada vez MAS PESADA y entonces viene la desesperación y no podremos seguir adelante
El profesor contestaba: “el peso no es lo que cuenta, lo importante es cuánto tiempo eres capaz de aguantar esta misma copa de agua. Después de una hora, te dolerá el brazo derecho, y si es un día, probablemente tendrás que llamar a una ambulancia”.
.
No importa el peso absoluto. Depende de cuánto TIEMPO voy a sostenerlo. Si lo sostengo por un minuto, no pasa nada. Si lo sostengo durante una hora, tendré un DOLOR en mi brazo. Si lo sostengo durante un día completo, tendrán que llamar una ambulancia. Pero es exactamente el MISMO peso, pero entre más tiempo paso sosteniéndolo, más pesado se va volviendo. Si cargamos nuestros PESARES, RENCORES u ODIOS todo el tiempo, luego, más temprano o más tarde, ya no seremos capaces de continuar, la carga se irá volviendo cada vez MAS PESADA y entonces viene la desesperación y no podremos seguir adelante
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