También hay veces que se crean situaciones esperpénticas : recuerdo una ocasión que me regalaron un pollo vivo en una caja y como no podía hacer otra cosa, lo deje detrás de mi silla mientras pasaba la consulta. Y el maldito pollo estuvo toda la mañana cacareando mientras yo auscultaba ó preguntaba al paciente por sus síntomas, o se le escuchaba mientras intentaba oir los ruidos hidroaéreos de un paciente con gastroenteritis.....
Desde luego , en ésta época siempre digo que soy de los médicos con "más huevos" de la provincia, porque ya se sabe que "..por San Antón , gallinita pon" y claro , ahora el producto estrella son los huevos para hacer las torrijas y la tortilla. Claro que con imaginación y para que no te suba mucho el colesterol puedes situarlos a diferentes alturas en el frigorífico: o que las yemas hagan formas caprichosas

