Este año, para variar, he vuelto a cobrar 0 euros por el incentivo de farmacia y una cantidad ridícula por los objetivos asistenciales, a pesar de practicar ecografias, infiltraciones, charlas a la poblacion, psicoterapias breves,terapia familiar.....Además llevo 25 años atendiendo a la misma población , lo que se llama longitudinalidad en la asistencia, pero ésto tampoco se incentiva ni se valora en los baremos para méritos profesionales ni se computará como mérito en ese engendro que llaman carrera profesional (que convierte en iguales a los que somos desiguales ,como afirma mi admirado J. Gérvas). Los incentivos, que venimos padeciendo desde hace varios lustros, en el Sescam al menos, sólo tienen un objetivo : ahorrar a toda costa. Gracias a ellos, compañeros que se dedican sólo "a perseguir el incentivo", aunque sean mediocres clínicos ó no hagan docencia y mucho menos investigación, han venido cobrando un "pastón" en estos últimos años. De nada sirve argumentar que el gasto puro y duro no puede valorar nada si no es en relación a patologías atendidas ó población más ó menos frecuentadora ó capacidad resolutiva del médico de primaria, derivaciones...Hasta el punto de llegar a aberraciones como que , en teoría, si no prescribes fármacos "gastroprotectores" nunca, estarías en el grupo de "incentivados" porque ahorrarías una pasta al Sescam a costa de quizá tan sólo un par de hemorragias digestivas, que ingresarías, eso sí, en el Hospital , y que ,con suerte, saldrán adelante aunque sea a costa de prescribir el Pantecta de forma inducida.(Alguien debería explicar porqué sólo se prescribe Pantoprazol en el Hospital,cuando el Omeprazol tiene mucha evidecia detrás y es más costo-efectivo).
En relación a ésto he leído un artículo que me parece muy ilustrativo y que debería hacernos reflexionar a nosotros y a los "listos" que piensan en cómo incentivar a los médicos:
Como afecta el dinero a las relaciones y al rendimiento?. Esta fue la pregunta que los investigadores James Heyman y Dan Ariely querían analizar con un sencillo experimento:
El experimento consistía en pedir a los participantes del estudio que dibujaran en un ordenador tantos círculos como pudieran en 5 min (una prueba sencilla pero tediosa). Los participantes estaban divididos en grupos iguales pero a los que se les había ofrecido cantidades diferentes de dinero: 0, 0,5 y 5 dólares. Aunque en el grupo de 0 dólares en vez de llamarlo tarea se denominó “favor”.
Tras analizar los resultados se comprobó que el grupo que más círculos había dibujado era el que lo hacía gratis. Los investigadores argumentan con este y otros ensayos, que nuestras perspectivas de trabajo y rendimiento varían cuando se introduce dinero u objetos con un valor conocido. Según estos investigadores pasamos de una norma social (te hago un favor) a una norma de trabajo (debes pagarme bien) al introducir el dinero, llegado ese punto si el precio ofrecido es bajo (5 o especialmente 0,5 dólares) nuestra productividad cambia ¡Aunque lo habríamos hecho gratis!
Un ejemplo relacionado muy interesante es el de una ciudad suiza donde se realizó una encuesta para poner un deposito de residuos radiactivos. La encuesta indicó que el 50,8% de los habitantes, posiblemente por responsabilidad social, aceptaban el deposito. No debió ser suficiente para el gobierno que decidió pagar 5000 marcos suizos (3000 euros) a cada habitante esperando aumentar significativamente el apoyo. Sin embargo los habitantes se sintieron ofendidos por la ridícula suma comparada con los riesgos. Una vez desplazados de la norma social a la del trabajo, les debió quedar tan claro que no era suficiente (incluso multiplicándolo varias veces) que el apoyo al depósito bajo hasta un 24,6%.
Traducido de : Money Can Change Your Behavior Toward Others.
El experimento consistía en pedir a los participantes del estudio que dibujaran en un ordenador tantos círculos como pudieran en 5 min (una prueba sencilla pero tediosa). Los participantes estaban divididos en grupos iguales pero a los que se les había ofrecido cantidades diferentes de dinero: 0, 0,5 y 5 dólares. Aunque en el grupo de 0 dólares en vez de llamarlo tarea se denominó “favor”.
Tras analizar los resultados se comprobó que el grupo que más círculos había dibujado era el que lo hacía gratis. Los investigadores argumentan con este y otros ensayos, que nuestras perspectivas de trabajo y rendimiento varían cuando se introduce dinero u objetos con un valor conocido. Según estos investigadores pasamos de una norma social (te hago un favor) a una norma de trabajo (debes pagarme bien) al introducir el dinero, llegado ese punto si el precio ofrecido es bajo (5 o especialmente 0,5 dólares) nuestra productividad cambia ¡Aunque lo habríamos hecho gratis!
Un ejemplo relacionado muy interesante es el de una ciudad suiza donde se realizó una encuesta para poner un deposito de residuos radiactivos. La encuesta indicó que el 50,8% de los habitantes, posiblemente por responsabilidad social, aceptaban el deposito. No debió ser suficiente para el gobierno que decidió pagar 5000 marcos suizos (3000 euros) a cada habitante esperando aumentar significativamente el apoyo. Sin embargo los habitantes se sintieron ofendidos por la ridícula suma comparada con los riesgos. Una vez desplazados de la norma social a la del trabajo, les debió quedar tan claro que no era suficiente (incluso multiplicándolo varias veces) que el apoyo al depósito bajo hasta un 24,6%.
Traducido de : Money Can Change Your Behavior Toward Others.
Así que ya basta de este mamoneo de incentivos estúpidos y agraviantes y páguennos de forma adecuada a nuestro trabajo y rendimiento, porque, además lo de la carrera profesional ya no hay quién lo arregle, para desgracia de los que pensábamos que era una oportunidad de distinguir a los que no trabajamos sólo por dinero.
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