De vez en cuando , merece la pena detenerse a reflexionar sobre algunas cosas del día a día para no dejarse atrapar en la espiral de prisas, agobios y ansiedades en que muchos quieren convertir nuestras vidas. La Medicina , bién ejercida , es un excelente observatorio para ello. Nada mejor, también, que la perspectiva de un niño para hacer un reencuadre y dejar que un soplo de aire fresco, un torrente de vida, nos invite a cambiar de dirección y poner rumbo a nuestros sueños y fantasías que dejamos atrás demasiado a menudo: Mirad este vídeo y ya me contaréis
1 comentario:
Querido Antonio: para ilustrar aún más tu excelente entrada, quiero contar una anécdota de un sobrino mio. Cuando le preguntaban qué quería ser de mayor, contestaba: "Yo quiero ser siempre hijo". Abrazos. JM
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