La Utopía

Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.

¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar
.
(Ventana sobre la Utopia. Eduardo Galeano.

CREO EN LA UTOPIA PORQUE LA REALIDAD ME PARECE IMPOSIBLE

jueves, 17 de abril de 2008

Diez minutos sí, cupos pequeños no. Discrepo, con perdón


Rafael de Pablo, insigne Coordinador de la Plataforma 10 minutos, a la que respaldo y ayudo en todo lo que me sea posible, ha publicado el siguiente artículo en siete dias médicos:
Publicado en 7DM 746 11 Abril 2008


"He de reconocer que cuando lanzamos el grito de desesperación de «10 minutos por visita, ¡qué menos!», una de las propuestas que hacíamos era la reducción del tamaño de cupos, como una medida más de una serie de iniciativas para controlar una demanda asistencial que nos desbordaba.
Del intercambio de ideas y conocimientos con diferentes compañeros de toda España, muchos de ellos profundos conocedores de la atención primaria y de sus sistemas organizativos, empezamos a comprender que la reducción del tamaño del cupo de pacientes que atiende un médico no sólo no es una medida beneficiosa, sino contraproducente, sobre todo si se realiza de forma aislada.
La reducción del tamaño de los cupos de pacientes no va a conseguir una disminución de la agenda asistencial, sino que lo que conseguirá es aumentar la frecuentación y el nivel de nimiedades en la consulta. Por experiencia sabemos que en muchos lugares donde los cupos son pequeños, paradójicamente, la presión no baja, ya que los ciudadanos acuden más, con frecuentaciones superiores a la media de 5-6 visitas por paciente y año, llegando a cifras de hasta 10-12 visitas.
No se acaban aquí los problemas de la reducción de cupos. Otro inconveniente es la disminución de los ingresos económicos del médico, al reducir la capitación sin que ello lleve a una disminución real de trabajo a medio plazo. Pero posiblemente el problema más serio sea una disminución de la competencia del profesional, al reducir la prevalencia en sus consultas de patologías relativamente frecuentes en atención primaria, aumentando la derivación a la especializada de casos que se deberían resolver en nuestro ámbito asistencial. Asimismo, es un serio problema para la viabilidad del sistema, ya que el gasto que generan los cupos médicos en derivaciones, fármacos y bajas laborales es muy similar, influyendo poco su tamaño; y, por tanto, a más cupos médicos, más gasto por habitante.
La única justificación de la reducción de cupos podría ser el aumento de empleo de los médicos, medida de justicia redistributiva en caso de paro médico. Pero esta situación, como se sabe, no existe en estos momentos, caracterizados incluso por lo contrario: faltan médicos en la atención primaria.
Entonces, ¿se puede hacer algo diferente para controlar la demanda asistencial desbordada, independientemente del tamaño de los cupos? Rotundamente sí: la capacidad del médico de controlar su agenda. Justo lo contrario de lo que hacen en algunas comunidades autónomas con medidas como la «demora 0», etc.
Hay que dar al médico total autonomía para organizar su agenda asistencial y que se responsabilice de los resultados. A nuestro juicio, ésa es la medida necesaria.
En la última reunión nacional de la Plataforma 10 Minutos surgió el caso de dos médicos jóvenes, un catalán y un madrileño, que ya habían disfrutado la «circunstancia» de tener 10 minutos por visita en sus centros de salud, con la consiguiente capacidad incrementada de resolver más y mejor y de disminuir la frecuentación, así como de ejercer un mejor control de la demanda. En ambos casos los cupos eran relativamente grandes, pero sus agendas asistenciales eran muy asequibles. Y en ambos casos, por decisiones externas a ellos, les fueron impuestas agendas de 5 minutos, aumentando el descontrol y volviendo a la saturación asistencial.
La propuesta aislada de reducir el tamaño de los cupos que se está planteando en algunas comunidades autónomas no solucionará los problemas de la atención primaria; primero, porque no habrá médicos suficientes, y segundo y más importante, porque agravará la situación laboral y asistencial. "

Por mi parte ,humildemente , debo decir que no comparto este planteamiento. Paso a explicarme:
1. Si en vez de cobrar los ridículos 50 céntimos por tarjeta que cobramos ahora, se planteara por los sindicatos y las organizaciones profesionales el aumento hasta 1,5 ó 2 euros, que no creo sea para escandalizarse, se podría plantear la reducción de cupos, hasta los 1300-1500 cartillas, sin pérdida de poder adquisitivo para los profesionales.
2. La supuesta pérdida de habilidades, al disminuir la prevalencia de algunas patologías, se podría suplir , sobradamente, con el aumento ó la instauración de sesiones clínicas, casos clínicos, sesiones bibliográficas(que en algunos equipos, saturados ó no, son una entelequia). En los hospitales , los especialistas tienen asignadas unas 10 -12 camas, algunos menos y otros más, pero que yo sepa se mantienen sus habilidades y conocimientos con el intercambio generoso y frecuente de información, con estudio y con investigación , que es, sin duda, mucho más abundante que en primaria en la actualidad. ¿Os imaginais que en los hospitales tuvieran que tener 40-50 camas por especialista para mantener sus habilidades propias?.
3. Por el contrario , lo que sí sé, es que médicos de primaria con cupos de 600 a 900 tarjetas, comienzan su jornada después que mi compañero ó que yo mismo (con 1800 tarjetas cada uno) y que la terminan habitualmente antes, cuando mi compañero ó yo venimos terminando, con suerte, a las 4 ó 4,30 y después quedan los domicilios. Y esto está llegando a ser inaguantable por agotador, física y psiquicamente. Porque no olvidemos que el sistema penaliza a los profesionales que se implican en la asistencia y no establece diferencias ni retributivas ni profesionales entre unos y otros.
4. Si esperamos que los políticos acepten que los profesionales de primaria gestionemos nuestras agendas , vamos listos. No he oído a ningún político decir que aceptara listas de espera en primaria ni creo vaya a vivir para oirlo. Por lo que parece razonable que los cupos sean de unas dimensiones en torno a 1300-1500 máximo. Eso conduciría a una menor presión asistencial y probablemente a una mejor comunicación con los pacientes, que redundaría en beneficio de todos los que creemos que aún hay margen de maniobra para dar una asitencia de calidad. Y hasta podríamos plantearnos en alguna sesion clínica, hacer algo de investigación que completara nuestras aspiraciones personales y profesionales.

9 comentarios:

Lis Ensalander dijo...

Todo buen escribano puede echar un borrón y en este caso Don Rafael la ha pifiado. Leyendo su artículo en tesis contraria, se podría deducir que cuanto mas grande el cupo mejor. Es un frivolidad no matizar de qué números está hablando. Cierto que si sólo tiene 500 pacientes puede tener sentido pero no con 1500. Espero que ningún gestor haya leído el artículo y el lunes no me encuentre con un cupo de 2300 "porque es lo mejor para mi".
En este caso el tamaño si importa.

Antonio R. dijo...

A este paso, si los gerentes siguen esta recomendación , en los congresos veremos quién lo tiene más grande....(el cupo ,digo)

Anónimo dijo...

pues no solo no la ha pifiado, sino que tiene más razon que un santo
Es una pena que el número impida ver lo que es la adecuada gestión de una consulta y el encosertado sistema de atención que tenemos

RGC dijo...

Creo que el asunto fundamental es que el médico pueda gestionar su agenda y que no se le imponga la "demora 0" solo para poder decir públicamente que la atención primaria no tiene listas de espera. No tiene que haber lista de espera para problemas de cierta importancia pero ¿no tiene que haberla para hacer el informe para ir a un balneario o para hacer una receta que puede preveerse y pedir cita con algún día de antelación?. Hoy lunes tengo 60 pacientes citados y se citarán más. Eso me imposibilita trabajar con un mínimo sosiego. Los pacientes tendrían que poder elegir que asistencia quieren. Si 10 minutos por paciente y esperar si es necesario alguna demora o conseguir cita en el día para ver a un médico acelerado y poco resolutivo.

El problema es que observo que nos ehemo acostumbrado a tragar con 60 pacientes porque el día anteriro se repartió la consulta porque no había sustitutos. Pero nosotros no somos responsable de la mala planificación que ha habido. Igual ocurre en el hospital y hay lista de espera para cosas más relevantes, más de vida o muerte.
Tenemos que decir ¡Basta! de una vez.

Anónimo dijo...

La espera, en días, para ser visto por un Médico de Atención Primaria pierde el sentido de la misma. La gestión del tiempo debería ser un principio a la hora de trabajar y como "rocambole" decía en un post él era gerente de su cupo; gestionaba los recursos...el tiempo no deja de ser uno. Esta gestión es por tanto responsabilidad directa del profesional. La gestión de las agendas es otra cosa. Algunos de vosotros podeis consideraros "Los Popes" de A.P. en el área y a lo peor lo sois, pero hay muchos compañeros vuestros (me parece que también mios) que sus agendas son vergonzosas en cuanto a contenido se refiere (contenido = tiempo trabajado)...y después son capaces de reivindicar "Los diez minutos". No me creo nada...y no sigo por no parecerme a RGC

RGC dijo...

Mi querida vicki me gustaria que me explicaras en que no quieres parecerme a mí, si además creo que no me conoces personalmente o no has trabajado conmigo.¿A qué coño viene esa alusión personal?. Los blogs tiene reglas y una de ellas es el respeto a las personas aunque se discutan todo lo que hagan falta las opiniones.

La mía es que hay que intentar conseguir un tiempo mínimo por paciente y un máximo número de pacientes al día. Y luego evaluar, si la empresa lo considera, todo lo seriamente que se quiera el trabajo que hace cada uno porque tendrá fuerza moral para hacerlo (ahora no hay ninguna evaluación de la calidad clínica). Y el que realmente no trabaje o trabaje mal que se le haga saber y lo sepamos todos.

Creo que hay que acabar con una situación en la que se incentiva el trabajar superficialmente porque es dificil hacer otra cosa por lo menos a largo plazo. Aunque soy consciente de que en estas condiciones puede haber diferencias importantes en la calidad del trabajo de profesionales concretos.

Anónimo dijo...

No quería parecerme a ti en la extensión de tus comentarios...sólo eso. Recuerda lo de la irritabilidad...ésta nos afecta a todos...

Lis Ensalander dijo...

No solo la ha pifiado sino que además la ha "cagado" y hay santos que tienen todo menos razón.
Hasta aquí lo fácil.
Ahora me gustaría conocer los argumentos por los que "anónimo" defiende que los cupos cuanto mas grandes, mejor y que todo se soluciona con una buena gestión de la agenda. Porque gestionar una demanda de 60 pacientes al día sin poder priorizar esa demanda a mi se me antoja cuasi imposible.
Vamos, que si en una clase en vez de 25 hay 120 alumnos, mejor que mejor y si hay problemas, estos son del profe que no sabe gestionar bien el tiempo para poder dedicarle un ratito (de forma personalizada, por supuesto) a cada alumno. Eso si, la riqueza de las diversas personalidades e idiosincrasias que tan amplio alumnado le va a proporcionar lo debe entender como un regalo del cielo.(! algunos se quejan por todo!)

Antonio R. dijo...

Animo Vicky B, sigue criticando con cariño cuanto se publique en este blog. Me parece que mi colega RGC se ha dejado llevar por algún punto gatillo que debería conocer para controlar sus respuestas , sobre todo en cuanto a la ira ó la irritabilidad ,que en estos tiempos de tribulación, nos amenazan a todos. Sólo una idea que te garantizo que pienso honestamente: yo ni soy pope de nada ni quiero serlo, hace ya algún tiempo que dejé atras esas minucias que empobrecen al que las persigue. Una de las alegrias que producen los blog es que puedes pensar en voz alta y airear ideas que ,a veces son compartidas , otras ampliadas y otras rechazadas, pero creo, de corazón que todo eso nos enriquece como personas, que a la postre es lo que somos. Gracias vicky por tus comentarios y me encanta que te consideres un cisne en este lago turbulento de la sanidad, yo comparto tu idea y me encantará que sigamos nadando juntos en estas aguas que nos han tocado surcar. Junto a otros muchos cisnes que afortunadamente existen.Quizá antes de cisnes, como en el cuento, nos toque ser patitos feos en apariencia.Un besito (de cisne ).
De todas formas, yo sigo convencido de que las agendas con 50-60 /dia, ó más de 35 son una aberración, que deberán terminar algún día y espero que sea m´sa pronto que tarde. Los que se quieran cruzar de brazos , cuando llegue ese momento , deberán responder ,como siempre ante sus pacientes.