Esta historia , que he recibido vía e-mail, ilustra sobremanera la importancia de una buena anamnesis sobre la técnica más sofisticada.
- Dos mujeres estaban jugando al golf, una de ellas tomó su palo y lanzó con fuerza la pelota viendo con horror como se dirigía directamente hacia unos hombres que jugaban en el siguiente hoyo golpeándole a uno de ellos. El hombre de inmediato juntó ambas manos en su entrepierna y cayó al suelo rodando y gimiendo lastimosamente. Las mujeres corrieron hasta donde se encontraba y la que había lanzado, sintiéndose culpable, dijo:
- Por favor, déjeme ayudarlo. Soy quiropráctica y sé cómo aliviarle el dolor si usted me lo permite.
- ¡¡Ahh, au, au, au, auuuu...!!!. Estaré bien, tranquila,... Se me pasará en unos minutos, eso espero... - contestó el hombre mientras permanecía en posición fetal tirado en el césped y con las manos en su entrepierna.
Pero la mujer siguió insistiendo hasta que finalmente él le permitió ayudarlo. Entonces la chica gentilmente le separó las manos y lo tumbó boca arriba, le desabrochó la bragueta, puso sus manos dentro del calzoncillo y comenzó a masajear suavemente toda la zona genital.
- ¿Se siente bien? - preguntó al rato la señorita.
- ¡Me siento realmente fan-tás-ti-co! - contestó el hombre con una amplia sonrisa de felicidad en la cara - pero la mano me sigue doliendo igual que antes...
Si antes de actuar, intervenir, solicitar pruebas, derivar...... preguntamos , en este caso ¿dónde le duele?, quizá evitaríamos errores .........de bulto.
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